Kanye West dice que está divorciándose de Kim Kardashian y ella habla de su salud mental

El rapero y candidato presidencial Kanye West (43 años) ha asegurado mediante un mensaje en su cuenta de Twitter que está intentando divorciarse de su mujer, Kim Kardashian (39). El cantante borró el tuit poco después, según varios medios estadounidenses.

"He estado intentando divorciarme desde que Kim conoció a Meek (Mill) en el (hotel) Warldolf", escribió el candidato a la presidencia de Estados Unidos.

Según los portales de información locales, West se podría estar refiriendo a un encuentro que Kardashian y el también rapero Meek Mill mantuvieron supuestamente en dicho hotel para preparar un discurso en una cumbre que se celebró en la ciudad de Los Ángeles en noviembre de 2018 sobre la reforma del sistema de Justicia Penal.

Kanye y Kim podrían convertirse en presidente y primera dama de Estados Unidos. Gtres

Curiosamente, pocas horas después de este enigmático tuit, su mujer, la estrella televisiva Kim Kardashian, pidió públicamente "compasión y empatía" hacia la salud mental de su marido. 

"Como muchos saben Kanye tiene un trastorno bipolar. Cualquiera que lo tenga o que conozca a alguien en su vida con ello sabe lo increíblemente complicado y doloroso que es de entender", aseguró Kardashian en su primera intervención sobre este asunto.

"Nunca he hablado públicamente sobre cómo esto nos ha afectado en casa porque soy muy protectora con mis hijos y con el derecho a la privacidad de Kanye en cuanto a su salud", explicó en una historia de Instagram.

Indicó también que publicaba el comunicado por los "estigmas y malentendidos" que existen en torno a la salud mental, y que en el caso de su marido se amplifican por su fama e impacto en las redes sociales.

"Entiendo que Kanye es sujeto de críticas por ser una figura pública y sus acciones pueden despertar a veces opiniones y emociones fuertes", continuó. "Él es una persona brillante y complicada -describió- (...) Aquellos que somos cercanos a Kanye conocemos su corazón y entendemos que sus palabras a veces no se alinean con sus intenciones".

¿Camino a la Casa Blanca?

Sus polémicas declaraciones se producen dos días después de protagonizar este domingo su primer acto de campaña tras anunciar su candidatura a la Presidencia de EE.UU., un peculiar mitin en Carolina del Sur en el que propuso premiar con un millón de dólares a quienes tengan un bebé.

West, cuyo anuncio de que se presentaría a las elecciones de noviembre provocó este mes una gran conjetura sobre si simplemente buscaba publicidad o incluso favorecer las opciones de reelección del presidente estadounidense, Donald Trump (74), estrenó su incipiente campaña en la localidad de North Charleston.

El rapero apareció vestido con un chaleco antibalas con la palabra "seguridad" escrita delante, y dio un discurso inconexo ante cientos de personas, que estaban obligadas a llevar mascarilla para protegerse de posibles contagios por COVID-19.

El marido de Kim también provocó controversia al afirmar que la célebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman, que en el siglo XIX participó en una red clandestina para sacar del sur de EE.UU. a decenas de negros, "en realidad nunca liberó a los esclavos" sino que "hizo que fueran a trabajar para otra gente blanca".

Kanye West felicitó en persona a Donald Trump tras llegar al despacho oval. Gtres

No está claro qué futuro puede tener la campaña del rapero, que hasta hace apenas unas semanas apoyaba fervientemente a Trump, porque el plazo para registrarse ya ha expirado en media docena de territorios y los requisitos son complicados en otros.

Kanye West anunció el Día de la Independencia de Estados Unidos su intención de presentarse a las elecciones presidenciales. Al instante, y aún hoy, muchos se preguntan si hay posibilidades reales de que lo haga o si todo responde a una maniobra de publicidad personal.

Parece más bien lo segundo. A falta de cuatro meses para los comicios, el músico no ha registrado oficialmente su candidatura en la Comisión de Elecciones Federales. Y aunque ya ha celebrado una especie de 'primer acto de campaña', lo que no ha hecho es desplegar ninguna recogida de firmas y mucho menos negociado ser el candidato de alguno de los partidos minoritarios de Estados Unidos.

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