Brad Pitt (56 años) se ha convertido en uno de los protagonistas de la crónica social, nacional e internacional, en los últimos días. ¿La razón? El actor ha recuperado la ilusión con la modelo alemana Nicole Poturalski (27), con quien ha viajado hasta Château Miraval, el castillo en la Provenza francesa que compró hace unos años por 67 millones de dólares (alrededor de 56 millones de euros). Pero más allá de tratarse de un viaje romántico con su nueva pareja, el intérprete de Érase una vez, en Hollywood, se ha trasladado hasta su lujosa propiedad por el lanzamiento de un nuevo proyecto que nada tiene que ver con el séptimo arte. Al contrario, está relacionado con un negocio que sigue manteniendo con su ex, Angelina Jolie (45).
Esta semana, el actor ha lanzado Fleur de Miraval, un champán rosado, edición limitada, que llegará al mercado estadounidense a partir del 15 de octubre. Este producto forma parte de su bodega Château Miraval, que aún mantiene con la protagonista de Maléfica y su socio, Marc Perrin, quien es descendiente de una familia de enólogos. Solo se han producido 20.000 botellas y cada una tendrá un valor de 390 dólares (330 euros).
"Para mí, el champán evoca sentimientos de celebración, calidad, prestigio y lujo. Pero el champán rosado todavía es relativamente desconocido. Por ello hemos centrado todos nuestros esfuerzos en este color. El resultado es espectacular y estoy muy orgulloso de él", comentó el actor en conversaciones con People.
Fleur de Miraval es el resultado de varios años de trabajo y de la unión de dos empresas viticultoras: la casa creada por los actores y su socio Marc Perrin y la desarrollada por la familia Peters. Ambas, de las región de Champagne. Este vino espumoso se presenta en una botella clásica, delgada y lacada en negro para evitar daños por la luz solar. Su etiqueta, muy sencilla y en color rosa, indica el nombre de su pueblo de origen. Se trata de Le Mesnil-sur-Oger, una zona donde los Peters han sido propietarios de viñedos durante años.
Las botellas del nuevo producto de Brad Pitt fueron envejecidas durante tres años sobre las lías de las cuevas de Peters y desarrolladas bajo la técnica de saignée. Un proceso único de elaboración de vino rosado y particular de la Provenza francesa, que ofrece una calidad óptima. Fleur de Miraval es, además, una mezcla de dos tipos de uvas: 75 por ciento de chardonnay y 25 por ciento de pinot noir joven, que le dan un color rosa palo. Por otro lado, está inspirado en la leyenda de Condesa Flaur de Miraval, quien solo bebía Champagne rosado porque había nacido en la Provenza francesa.
"Miraval es una finca maravillosa y excepcional de la que me enamoré y en la que sigo invirtiendo para convertirla en una de las mejores fincas de la Provenza", ha llegado a comentar Brad Pitt. Sin duda, un lugar especial para el actor de Hollywood, ya que fue allí donde se dio el 'sí, quiero' con Angelina Jolie en 2014 y donde ahora ha llevado a su nuevo amor, Nicole Poturalski.
Fue en 2008 cuanto Brad Pitt y Angelina Jolie encontraron esta lujosa propiedad que terminaron de pagar en 2012. Si bien su separación en 2016 puso en duda la continuidad de su bodega, la expareja ha dejado claro que siguen comprometidos con esta propiedad por el futuro de sus hijos. Según han informado fuentes cercanas a los actores, estos lo ven como "una inversión" para sus vástagos.
Château Miraval es un lujosos castillo con bodega propia, que reúne 35 habitaciones y está ubicada en el medio de una gran extensión de campos, en el pueblo de Correns. Hace unos días, tras haber volado desde Los Ángeles hasta París, Brad Pitt se trasladó a este lujoso enclave acompañado por Nicole Poturalski, una joven modelo que, según ha revelado el Daily Mail, sigue casada con el empresario Roland Mary, de 68 años.
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