A priori todo parece inocente: toma una fruta partida por la mitad y comienza a juguetear con los dedos en su pulpa. La acaricia y frota suavemente, e incluso la prensa hasta el fondo con el dedo hasta hacerla estallar… a la fruta, siempre a la fruta.



Esto forma parte de la obra (¿experimento social?) de la feminista y artista Stephanie Sarley, de Oakland, California (EE.UU). Todo comenzó en enero, cuando Sarley posteó en su Instagram un vídeo de sus dedos acariciando el mollar de una naranja de sangre. El vídeo se viralizó y su Instagram comenzó a crecer, pasando de tener 10 seguidores a unos 20.000. Ahora ya cuenta con más de 113 mil (a pesar de que Instagram insista en cerrarle la cuenta).



Los vídeos, que apenas duran unos segundos, han polarizado la opinión pública. No son pocos los que etiquetan a estas pequeñas obras de grotescas y burdas; la artista ha llegado incluso a ser amenazada por un usuario de Instagram. Cuando informó de ello formalmente a la red social, ésta no censuró al tipo, sino que fusiló la cuenta de Sarley. No sería la última vez.





En una entrevista para el Daily Dot, Sarley aseguró que todo este jugueteo frutal comenzó de manera espontánea con una naranja de sangre que su novio le había ofrecido. Empezó a juguetear con ella y de repente lo vio claro. Su mente ahondó en la imaginación, sus manos lo pusieron todo en práctica y su cámara lo capturó. Sencillos vídeos de frutas y dedos que representan la sexualidad de la mujer.

Ahora, una de sus mayores preocupaciones es la infracción de los derechos de autor y las vueltas y revueltas con Instagram, además de las injurias por parte de los usuarios que la acosan pidiéndole fotografías desnuda o enviándoles imágenes de genitales. 

El innegable contenido sexual de la obra de Sarley molesta. En otra entrevista, aseguró que “el vídeo pretende personificar a las vaginas a través del humor de lo absurdo, además de terminar con el tabú de la sexualidad femenina en general. Pero todos estos gilipollas que andan sueltos por la red se molestaron con el vídeo [el de la naranja de sangre] porque simbolizaba el acto sexual con una mujer durante su menstruación. Me llamaron de todo y, en vez de ganar la batalla, Instagram decidió censurarme”. Hasta tres veces. A pesar de todo, no sólo llueven malas críticas. Una vez, uno de sus seguidores, el crítico de arte del New York Magazine, Jerry Saltz, comentó una vez: “You.Are.Genius”, eres un genio. Al fin y al cabo ¿es sólo fruta?

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