El Museo del Traje abre su programación de otoño con la exposición La sombra de la ley. Vestuario cinematográfico. Diseñado por Clara Bilbao, un viaje al cine negro a través de la indumentaria de la última película del director gallego, Dani de la Torre.
La exposición está compuesta por veinte prendas diseñadas por Clara Bilbao, ganadora de dos Goyas a Mejor Diseño de Vestuario por Blacktorn (2012) y por Nadie quiere la noche (2016), dos premios que le han "impulsado a seguir haciendo películas" y le han dado la oportunidad de viajar a otras épocas para diseñar vestuario de otro tiempo.
"El Museo del Traje ha sido una fuente de inspiración fundamental para recoger documentación sobre la época en la que se desarrolla", aunque Bilbao reconoce que "la imaginación también ha jugado un papel importante a la hora de crear".
El trabajo de la diseñadora es un elemento narrativo clave, no solo para conocer en profundidad la naturaleza de los personajes, sino también para recrear la situación política y social de la Barcelona de los años 20, época en la que se desarrolla la película.
El vestuario gira en torno a tres grupos diferenciados: los policías, los obreros, y el universo glamuroso del "Music Hall".
Clara Bilbao creó la indumentaria de los policías inspirándose trajes clásicos de tres piezas y abrigos largos, elaborados con colores oscuros, tejidos tramados de lana, paños gruesos y pesados, camisas de algodón con cuellos de pico o redondos, corbata y sombreros.
El vestuario de los obreros "produce un contraste notable con el anterior, es muy escaso y apenas tiene artificios". Prendas de trabajo, compuestas por chaquetas recicladas, con remaches y "heredadas", que recuerdan a la vida rural, con tonos ocres que nos acercan a la tierra, tejidos gruesos y resistentes, desgastados y viejos.
La diseñadora de vestuario asegura que "crear los vestidos para El Musical Hall ha sido un reto complicado, pues va completamente pegado al cuerpo de la actriz y está hecho prácticamente a mano". El brillo y el lujo francés y estadounidense han inspirado a la diseñadora a reflejar el glamour de la moda de los locos años 20 y lo tralada a tejidos de perlas, transparencias y veladuras.
El director del largometraje, Dani de la Torre, ha explicado que, "sin el trabajo y esfuerzo de Clara Bilbao, la película no hubiese sido la misma", puesto que el reto de la diseñadora era "más que vestir a los actores, lograr que los intérpretes se metieran en la piel de los personajes", algo que, según el gallego, "ha logrado con creces".