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    Una de las estancias de la exposición de Dior en Londres

    La exposición, que reúne un total de 500 objetos de los que 200 son piezas de alta costura, podrá visitarse desde el próximo 2 de febrero hasta el 14 de junio de 2019.
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    Blanco roto, rojo y negro: tres colores clásicos en Christian Dior

    "Este es el vestido que yo sueño con tener", subraya una de las personas que, embelesada, admira la pieza de arte tallada por Dior. El color rojo brilla en su mirada, mientras la desplaza por el milimétrico corte, la sencillez de sus trazos y la textura sobria.
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    Corte imperio, palabra de honor y estampado

    No hay espacio para la especulación a la hora de enfrentarse a la obra del artista convertido en diseñador. Dior alterna formas sencillas, colores planos y detalles naturales como las flores, con la ostentosidad de la pieza más simbólica de la exposición: el vestido que la princesa Margarita vistió en su 21 cumpleaños.
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    Sedas, capas y de inspiración flamenca

    Reflejo de su fascinación por la cultura británica, la pieza es de alto vuelo, tomada por el color blanco y los múltiples detalles en tela de seda. La hija de Jorge VI sería una clienta habitual de las costuras de Dior durante muchos años, tras probar las mieles de una creación en torno a la que giran las once salas que conforman la céntrica muestra londinense.
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    El dorado clásico de Egipto también puede verse en la nueva exposición de Dior en Londres

    Centrada en la haute couture (alta costura), la composición analiza la infancia de Dior y sus primeros años. Así como sus viajes extendiendo su obra, la primera colección que rompió moldes, la influencia del Reino Unido en él y las interpretaciones que otros artistas han dado a su trabajo. 
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    Diferentes colores, texturas y siluetas que van del corte imperio a la clásica Lady Dior

    Además de los diseños y costuras de Dior, otros modistos como Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré y John Galiano han rendido tributo de alguna manera al artista fallecido de forma prematura en 1957.
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    Impresionantes sombreros, tocados y apliques sobre la cabeza

    Los delicados encajes, las flores tiñiendo el techo como si se estuviera inmerso en una boda de ensueño, los perfumes, con muestras desde 1947 hasta 2001, y las telas que convergen con la naturaleza ponen de manifiesto la capacidad de Dior de crear desde la sencillez. Con todo ello, y ayudado por su fascinación por los jardines, que desvelan la clara influencia de su madre durante su juventud, nace otra de las obras de mayor calado en la exhibición, el vestido "Lily of the Valley", de 1957.
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    La mujer, infinita belleza en manos de Christian Dior

    Dior proclama aquella sentencia suya en la que comparaba su arte con la "arquitectura dedicada a la belleza del cuerpo femenino". Así, aparece un vestido con forma de flor volteada y que a partir de la cintura está adornado con "apliques" de flores adheridas a la tela.
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    Sedas doradas, pantalones de talle alto y minivestidos asimétricos

    "La muestra da la oportunidad de celebrar la extraordinaria capacidad de todas las manos que han estado involucradas en crear estas obras de arte a lo largo de 70 años", añadió Cullen.
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    Galerista contemplando el resultado de la exposición

    La exposición también presenta telas de taller y fotografías de moda, además de decenas de documentos y accesorios al más puro estilo Dior. 
EL ESTILO