El cuello y el escote sufren, al igual que el rostro, de forma especial las arrugas y demás signos de la edad. Por este motivo, son áreas que lucen deshidratadas, flácidas y con arrugas de manera prematura.
Es una realidad; la zona del cuello y del escote son las grandes olvidadas en las rutinas diarias y en los tratamientos estéticos. Algo llamativo si se tiene en cuenta que son las áreas que más delatan la edad (incluso, pueden añadir años a simple vista).
Por qué estas zonas lucen así
El primer motivo de este hecho es la propia fisiología de estas zonas. La piel de cuello y del escote es muy fina, frágil y pobre en glándulas sebáceas y colágeno. Por tanto, es más sensible a la aparición de líneas de expresión o manchas.
La segunda razón es la permanente exposición solar. Dermatólogos y médicos estéticos siempre insisten en la misma idea: "La cara empieza en el escote". Si en el día a día, se tiene normalizado aplicar protector solar en el rostro, en el cuello y en el escote ocurre lo contrario. Convirtiéndose así en los grandes olvidados. Como mucho se suele aplicar el sobreexceso de crema por esas zonas, nada más. Por este motivo, sin aplicar bien y concretamente un fotoprotector en esas zonas, el cuello y el escote reciben todo el daño oxidativo que produce la radiación del solar y, en consecuencia, se acelera el envejecimiento prematura de estas zonas.
Y, en último lugar, la postura. Uno de los motivos que podemos cambiar fácilmente. Por ejemplo, las arrugas horizontales (también conocidas por el nombre de collar o anillo de Venus) se acentúan en el cuello por el tiempo que se pasa, en la actualidad, mirando hacia el suelo. Ya sea mirando la pantalla del ordenador o del móvil. Algo que, según estudios, se hace de media cada 10 minutos. Como resultado de ello, la piel del cuello absorbe parte de la presión que provoca este gesto en la columna y se traduce en más descolgamiento y, por tanto, más arrugas.
Redensificación, el tratamiento que buscabas
Este tratamiento que se hizo conocido hace unos meses por combatir los signos de la edad (como las arrugas, las manchas o flacidez) del rostro o de las manos hace unos meses, también es muy eficaz en el escote y cuello.
La redensificación consiste en la infiltración de ácido hialurónico de alto preso molecular no reticulado tanto en el cuello como en el escote mediante técnicas específicas que apenas son invasivas. Este tratamiento se lleva a cabo en diferentes clínicas como, por ejemplo, los laboratorios Teoxane.
El gel que inyectan no proyecta ni genera volumen e incorpora un complejo de aminoácidos y antioxidantes que mejoran visiblemente la calidad de la piel. Con ello, se pretende y se consigue una regeneración celular, es decir, aportar firmeza y resistencia a al piel. Además, combate los síntomas del fotoenvejecimiento, rehidrata y revitaliza la piel.
Se puede practicar como tratamiento preventivo para evitar los efectos de la edad o para combatir problemas puntuales, como complemento a otros tratamientos de medicina estética. Con el seguimiento de este revolucionario tratamiento, se pretende lucir una piel más tersa y libre de estos signos prematuras de envejecimiento.
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