Dior, la prestigiosa marca textil, renovó la silueta del traje masculino, decorado con estampados psicodélicos, combinándolos con accesorios "femeninos". Una propuesta que busca borrar y difuminar las barreras de género impuestas en el terreno de la moda. El desfile virtual, además, ha tenido lugar fuera del calendario oficial de la semana de la moda.
Para la línea otoño invierno 2021/2022 de hombre de la célebre "casa" parisina, su diseñador, Kim Jones, colaboró con el artista callejero californiano Kenny Scharf, que creó unos coloridos dibujos para estampar camisas y accesorios. La colección abrió con una serie de trajes en gris antracita de estética militar, con cinturones marcando la cintura, bolsillos a ambos lados de las chaquetas y cierres cruzados, que ceñían la silueta de los modelos.
Los pantalones, por otro lado, eran fluidos con los bajos ligeramente ensanchados a la altura del tobillo. Por debajo del traje, camisas y jerséis de licra estampados, que añaden un toque pop al formal uniforme. Dior jugó con siluetas andróginas y prendas claramente creadas para ambos sexos, una reivindicación social que la industria de la moda está comenzando a asumir, poco a poco, rompiendo los moldes y adaptándolos.
Para no dejar lugar a la duda, la marca invitó a sus seguidores en redes a ver el desfile en su web con un vídeo en el que aparecían varias celebridades mundiales vistiendo los diseños que iban a mostrar en pasarela. Sentados delante de sus dispositivos y ordenadores, la cantante Lily Allen (35 años) y la modelo Lila Grace Moss (18) vestían los mismos abrigos y jerséis que el actor británico Paapa Essiedu (30) o el cantante colombiano J. Balvin (35), reforzando este planteamiento que rompe con la clasificación por género.
"La ropa no tiene género", reclaman en los últimos años activistas y otros trabajadores de la moda, una demanda que sin duda resulta más fácil de asumir -de momento- en las colecciones de hombre que en las de mujeres. En cualquier caso, Jones se mostró atrevido en su propuesta para el otoño 2021, presentada fuera del calendario oficial de la moda parisina que tendrá lugar en enero, e introdujo además bolsos de asa corta colgados del hombro, un estilo tradicionalmente asociado a la mujer.
La línea más urbana de la colección estuvo protagonizada por chaquetas deportivas en pana, trajes de seda sin mangas y cazadoras deportivas, mientras el decorado espacial creado por Scharf puso un toque rosa en cinturones, broches florales y boinas de lana. Los tonos grises destacaron en la sastrería mientras que en las prendas más callejeras, chaquetas a media pierna y pantalones de calle, predominaron los colores tierra así como toques de malva y berenjena en gabardinas e impermeables.
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