Con la incesante subida de temperaturas, las rutinas del cuidado de la piel y el maquillaje cambian. Se reduce el uso de productos y se apuesta por bases con menor cobertura, pero más ligeras que ayuden a unificar el tono, borrando posibles imperfecciones como marcas de acné o cicatrices, facilitando la transpiración de la dermis y, por supuesto, promoviendo que permanezcan intactas ante el posible exceso de sudor.
Con estos requisitos, se busca conseguir un rostro radiante, luminoso, jugoso y, por supuesto, muy natural. Un resultado que, en palabras de la maquilladora profesional Cristina Lobato, te ayudará a conseguir una piel deslumbrante este verano. Para ello, tan solo tienes que poner en práctica el paso a paso que comparte la maquilladora.
Siete consejos imprescindibles
Lo más importante, a la hora de maquillar el rostro, y conseguir el efecto de piel jugosa es equilibrar al máximo la piel con productos de tratamientos. Así, no solo ayudará a fomentar la hidratación del cutis, sino que promoverá su absorción y difuminación, evitando la aparición de parches.
Asimismo, es importante realizar, de forma diaria, tres pasos claves para el correcto mantenimiento de la dermis. En primer lugar, eliminar los restos de suciedad o contaminación de la piel con leche limpiadora, tonificar para eliminar restos del limpiador y, por último, equilibrar el pH de la piel. Cristina recomienda aplicar contorno de ojos y un sérum apto para el rostro, "que le dé un aspecto luminoso", matiza.
Tras ello, se procede a aplicar la crema hidratante. En el caso de las pieles secas, la experta recomienda una muy nutritiva -que evita la descamación- y para las grasas que sea seborreguladora, que ayude a controlar el exceso de brillos. En el primer caso, puedes optar por la crema hidratante (26 euros) de La Roche-Posay que ayuda a combatir la sequedad y protege de los rayos solares y, para el segundo, puedes optar por la crema Dramatically Different (29 euros) de Clinique, que ayuda a suavizar y mantener la hidratación disminuyendo la aparición de granitos.
Cuando esté absorbida realiza las diferentes correcciones que necesite el rostro: granitos, marcas en la piel y ojeras. Tras ello, aplica iluminador en textura fluida.
Maquilla la zona alta del pómulo subiendo hacia la sien, un poco en el arco de la ceja y otro poco en la parte central del labio. Si tu piel es grasa, mejor evita iluminar la zona de la nariz, frente y labios. Si tu piel es seca puedes aplicar iluminador en la punta de la nariz y en el arco de cupido.
A la hora de escoger una base de maquillaje opta por una de cobertura media-baja, para no perder esa luz y jugosidad de la piel. Si tienes base de maquillaje de cobertura muy alta puedes mezclarlo con un iluminador líquido, solo si tienes la piel seca pues no es recomendable para pieles grasas.
Si quieres potenciar aún más la luminosidad de la piel, puedes volver a aplicar el iluminador antes de maquillar con polvos. Y, por último, prueba a contornear el rostro con polvos de sol o colorete.
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