Ya están en el olvido esos meses del verano en los que hacía calor, íbamos más ligeros de ropa y teníamos menos estrés que ahora con el curso ya en marcha. Además, con la llegada del otoño y de las frías temperaturas nuestra piel se resiente y, en el caso de las personas con dermatitis atópica, estos acusan con frecuencia esos molestos brotes de los que se habían olvidado durante el verano.

La dermatóloga Alba Crespo Cruz cuenta que normalmente nuestra piel empeora en esta época del año por varias razones:

-La piel atópica es más sensible a los cambios ambientales como la bajada de temperatura. Por eso, si empezamos a usar calefacción en casa, el ambiente será más seco, lo que tampoco favorece a la piel atópica.

-Empezamos a usar más prendas para cubrirnos y algunas pueden tener fibras irritantes para el paciente atópico.

-En verano, la piel atópica mejora por el efecto del sol que, si bien en exceso es nocivo, pequeñas exposiciones son beneficiosas para la dermatitis atópica. Al disminuir la exposición solar es posible que observemos cierto empeoramiento.

¿Cómo saber que tenemos piel atópica? Es fácil, según indica la doctora: "La sequedad de la piel y el prurito o picor son síntomas de la dermatitis atópica". Apunta también que la lesión principal es el eczema, que puede estar en distintas fases (agudo, subagudo o crónico), y que se caracteriza por lesiones rojas, más o menos palpables, que pican intensamente y que al principio son más húmedas, pero poco a poco van secándose, engrosándose y descamándose conforme se cronifican.

"La localización más frecuente de los eczemas varía en función de la edad del paciente. En niños mayores de dos años será más común en flexuras o pliegues. No obstante, hay que tener en cuenta que el eczema puede aparecer en cualquier parte del tegumento, incluyendo labios, párpados y manos, zonas muy problemáticas, y que pueden afectar considerablemente a la calidad de vida", advierte la dermatóloga.

La clave: el cuidado diario

Así con todo, la experta remarca que es necesario que las personas con dermatitis atópica se esfuercen un poco más de lo normal en el cuidado diario de su piel y este sea continuado. Ahora bien, en caso de que aparezca un brote, la dermatóloga subraya que el medicamento más empleado en la mayor parte de los casos es el corticoide tópico, ajustando la potencia del mismo y la forma farmacéutica a las necesidades de nuestro paciente.

"Cuando éste no sea suficiente, tenemos un amplio arsenal terapéutico y podemos estar contentos de que en los últimos años ha habido un 'boom' de nuevas terapias para pacientes más complicados y muchas más llegarán próximamente", celebra la doctora Crespo Cruz.

En estos casos puede ser útil también el empleo de 'Dexyane MeD crema reparadora calmante', indicada para el tratamiento de los eczemas de la cara y del cuerpo, y una fórmula que trata, repara y limita la reaparición de brotes. Pero también contra el picor intenso localizado y con eczema atópico puede emplearse en cualquier parte (rostro, cuerpo, párpados) el tubo 'XeraCalm A.D. concentrado calmante', un cuidado de emergencia ante un brote.

Eso sí, la doctora Crespo remarca que, "en todos los casos", deberemos asociar los cuidados básicos de la piel, que indistintamente se realizarán durante las fases de brote y las de mantenimiento. "El único punto controvertido es la aplicación de emoliente. Si es más confortable para el paciente podemos usar el tratamiento tópico en aquellas zonas de eczema agudo y reservar el emoliente para el resto del cuerpo, aunque ya en los últimos años hay en el mercado emolientes que han demostrado su eficacia usándolos combinados con el corticoide tópico directamente sobre los eczemas", subraya la doctora.

Aquí puede ser de utilidad el 'spray emoliente Exomega control', un tratamiento natural exprés para todo tipo de pieles secas con picor, o bien el 'Bálsamo emoliente Exomega Control', capaz de aliviar todas las pieles secas con tendencia atópica desde el nacimiento.

Prevenir brotes

A la hora de prevenir los brotes, la dermatóloga incide en la importancia de mantener una serie de recomendaciones, con el objetivo de espaciarlos en el tiempo o hacer que estos sean más leves: "Actualmente podemos afirmar que cuanto mejor controlemos la patología a edades tempranas, mayor será la posibilidad de remisión cuando el paciente crezca y menos riesgo de desarrollar la marcha atópica, que incluye, además de dermatitis, rinitis alérgica, asma, alergias alimentarias, entre otras afecciones".

¿Y cómo lo hacemos? Sus recomendaciones: duchas cortas (5 minutos) con agua tibia evitando el uso de esponja o manopla, y empleando como producto de higiene los geles sin jabón (syndet) o limpiadores a base de aceite, siendo por ejemplo idóneos el aceite limpiador relipidizante Xeracalm A.D. o el gel limpiador Exomega Control, capaces de limpiar con delicadeza, aliviar el picor, y proteger las pieles con tendencia atópica.

Frente a este tipo de pieles la doctora ve necesario secar la piel a toques (no frotar), e hidratar de forma diaria con emolientes, como la Crema emoliente Exomega Control, incluso dos veces al día si fuera necesario. "Asimismo, evitaremos aguas duras (calcáreas), tejidos sintéticos y lanas, ambientes con baja humedad, el estrés emocional, etc.", sostiene Crespo Cruz.

La fundación eczema 

Precisamente, la Fundación Eczema colabora con los profesionales de la salud y acompaña a los pacientes, actúa como nexo de unión para obtener un enfoque consensuado del eczema, transmitiendo los conocimientos sobre el eczema y dando visibilidad a la enfermedad. Tampoco podemos olvidar su participación en la investigación sobre el eczema, clave para conocer y tratar la enfermedad.

Como herramienta para ayudar a los pacientes, la Fundación ha creado las 'escuelas de la atopia' o 'talleres de educación terapéutica', dirigidos a niños y adultos con dermatitis atópica y también a padres, que proponen una serie de programas específicos para los pacientes con eczema atópico en Francia y en el extranjero. En España contamos con 19 hospitales, públicos y privados, en los que se realizan estos cursos.

Según explican desde la Fundación, se trata de una acción médica complementaria a la consulta convencional, llevada a cabo por personal médico especializado que educa en varias sesiones a un grupo de participantes. La EDA es un proyecto libre, abierto a todos los pediatras y dermatólogos motivados por el proyecto que deseen participar en él. Para los pacientes es muy sencillo porque se inscriben directamente en cada Escuela cada vez que se convoca un nuevo Taller.

[Más información: Seis trucos básicos para revitalizar tu cabello de forma rápida y eficaz]

Noticias relacionadas