¿Han oído hablar de los daños producidos por el uso y abuso de la luz azul, es decir, la luz que emiten nuestros inseparables móviles, tablets, ordenadores y televisores? Daños no solo sobre nuestra piel, que se ve afectada con un consiguiente envejecimiento prematuro: manchas, deshidratación, arrugas, flacidez..., sino también sobre nuestra vista y postura.
El llamado Text Neck no solo afecta a nuestra postura. La delicada piel del cuello, la zona submentoniana (papada), las líneas marioneta y el surco nasogeniano también se ven afectados, con la consiguiente pérdida de firmeza y aparición de arrugas. Una vez más, signos de envejecimiento.
El debate está abierto y dermatólogos y expertos recomiendan no abusar de su uso, proteger las pantallas con un filtro protector para luz azul (los móviles suelen tener la opción incluida, solo tienes que activar el icono 'Blue Light Filter'), no utilizar los dispositivos electrónicos a oscuras, corregir la postura de forma que el móvil o tablet quede a la altura de la vista (basta con levantar el brazo, aunque resulte incómodo) y al menos a una distancia de 20 cms de los ojos, e incluir en la rutina de belleza sérums y cremas ricas en antioxidantes mañana y noche (siempre tras una buena limpieza).
Sobre si se debe utilizar factor de protección en casa o no, hay quienes piensan que no está recomendado. Para salir de dudas hemos pedido la opinión de tres expertos en medicina y estética que conocen mejor que nadie los problemas de la piel y cómo protegerla: el Dr. Ángel Martín, Director Médico de Clínica Menorca (Madrid); la Dra. Josefina Royo, Directora del Instituto Médico Láser (Madrid); y la Dra. Carmen Galera, Directora Médica de DermaForYou (Talavera de la Reina).
¿Es cierto que la luz azul envejece y produce manchas pigmentarias y fotoenvejecimiento?
Dr. Ángel Martín: Se conocen trabajos de investigación que muestran la repercusión de la luz visible (especialmente la azul) sobre la piel. Puede hacer que la piel se seque, pues provoca una disminución en las acuaporinas, moléculas que ayudan a la piel a mantener su hidratación. Además, la luz visible produce envejecimiento de la piel, porque activa las metaloproteinasas que aceleran la destrucción del colágeno en la dermis.
El mecanismo es muy similar al causado por los rayos UVA. También hay evidencia clara de que la luz azul puede provocar estrés oxidativo en las células de la piel. Del mismo modo, la luz azul es capaz de inducir manchas en la piel. Recientemente se ha demostrado que una molécula llamada opsina 3 tiene que ver en este proceso. Lo curioso de las manchas causadas por luz azul es que son casi exclusivas de personas con fototipos a partir del III, es decir, con piel bastante morena.
Dra. Josefina Royo: La luz azul es parte de la luz visible, dentro del espectro electromagnético es una parte de la luz que nuestro ojo es capaz de percibir. La emiten fuentes naturales como la luz del sol y también fuentes artificiales como los dispositivos eléctricos. La luz visible, por lo tanto, está compuesta por rayos de diferentes colores, el azul entre ellos. Aproximadamente, el 25 por ciento de la luz blanca visible es de color azul. Es importante destacar que no todos los rayos de luz azul son perjudiciales para nuestra salud. En este sentido la luz azul-morada o azul-violeta (es la que tiene la longitud de onda más corta y por lo tanto la de mayor energía), está asociada a efectos perniciosos sobre nuestra visión (fatiga, estrés visual y en último término aparición temprana de degeneración ocular). Recientemente, también hemos descubierto que la luz de los dispositivos electrónicos (móviles, ordenadores, tablets, PlayStation*) pueden producir pigmentaciones difusas de la piel que conocemos como melasmas.
Dra. Carmen Galera: Aunque todavía no hay muchos estudios al respecto, lo que parece que en principio produce la luz azul es estimular la pigmentación, no el envejecimiento. Los filtros minerales con óxido ferroso son los que protegen contra la luz azul.
¿Cómo podemos protegernos?
Dr. Angel Martín: Cada día hay más cremas específicamente diseñadas para protegernos de la luz azul. Los protectores solares habituales tienen que proteger además de la luz visible, no basta que tenga un SPF alto porque este es para proteger de los rayos UVB, tiene que venir claramente especificado que proteja de la luz visible, o luz azul. También es buena idea usar protectores, filtros y pantallas acoplables al móvil y otros dispositivos que filtran los rayos azules, evitando que incidan sobre tus ojos o tu piel.
Dra. Josefina Royo: Podemos protegernos con fotoprotectores a diario (SPFS 15 o 30 en invierno y SPFS 50 en verano) y emplear sérums con Vitamina C por su alto poder antioxidante, así como una hidratación correcta. También podemos tomar alimentos o suplementos antioxidantes. Uno de los antioxidantes más potentes es el Polypodium Lecuocotomos que se puede encontrar en la farmacia como fotoprotector oral. Hay que evitar una exposición prolongada a dispositivos electrónicos, pero ahora con el confinamiento esto no es tan fácil. También es importante la calidad del reposo nocturno y evitar el uso de estos dispositivos cuando nos vamos a la cama.
Dra. Carmen Galera: Para prevenir el envejecimiento debemos utilizar principios activos antiedad desde antes de los 30. Vitamina C y otros antioxidantes de día junto con la fotoprotección, retinoles y alfahidroxiácidos de noche.
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