Manual básico para el cuidado de la barba
Corta y cuidada. Es la tendencia del momento y necesita de un completo ritual de afeitado y mantenimiento. No es complejo, simplemente laborioso. Si no te sale, deja a los expertos.
8 junio, 2017 17:16La barba es tendencia. Hace un par de años, esa tribu callejera que empezó a autodenominarse (con mucho orgullo) hipster proponía una desaliñada, larga y poco retocada. Pero eso fue hace dos años. Ahora, las cosas han cambiado. Se lleva corta y cuidada, de una forma elegante y con un aspecto informal pero arreglado. Sí, no es contradecirse, es saber llegar a la combinación perfecta.
Lo que sí está siendo un boom mantenido en el tiempo son esas barberías que, en los años 50 y 60 eran centros de peregrinaje, en los que los hombres, no sólo se retocaban, sino que se ponían al día, cerraban negocios y pasaban el mismo tiempo que en un restaurante. Peluqueros y barberos que han ido perfeccionando el arte del grooming masculino y que nos cuentan ese ritual para el que tienes dos opciones: acudir a uno de estos sitios especializados o hacerlo tú mismo en casa.
Lo ideal, en realidad, es pasar cada dos semanas por una barbería; porque ellos son los que saben dar con el mejor corte según tu cara y conseguir ese estilo de algo más de tres días que parece fácil pero que, cuando te pones a ello, se vuelve imposible.
Hay muchas maneras de afeitarse, desde el método más tradicional (aunque, haciendo un repaso por la historia de las barbas más famosas de la historia no sabemos qué es lo clásico en esto de las barbas), hasta el más elaborado o revolucionario. Pero todos ellos pasan por los mismos pasos: recortar, aplicar una crema específica antes del afeitado, afeitar, usar un buen after shave y, por supuesto, hidratar.
ANTES DE EMPEZAR, PIENSA EN EL LARGO DE TU BARBA
Si tienes una barba desmesurada, lo mejor es empezar por recortarla antes de afeitarla. Sí, no es lo mismo. Son dos pasos bien diferenciados. Hazte con unas buenas tijeras que rebajen el volumen y te facilite este ritual.
Una vez que vislumbres algo de cara bajo esa barba asalvajada, aplícate una toalla caliente que te ayude a ablandar el pelo y consiga abrir los poros. El proceso será mucho más sencillo. Algo para lo que te ayudará también una buena crema de afeitado. La marca Malin+Goetz, por ejemplo, tiene vitamina E y manteca de karité que suaviza la piel. Si lo prefieres, también hay aceites con texturas mucho más agradables, como la de Acqua di Parma.
ELIGE BIEN QUÉ BARBA QUIERES
Según asegura Diego Gardel, de la barbería madrileña Malditos Bastardos, "el mejor método de todos es la navaja, ya que la cuchilla irrita mucho la piel y la maquinilla deja el pincho del pelo". Pero las preferencias, al igual que los tipos de barba, son muy diferentes y todas válidas.
Eso sí, busca el estilo más actual teniendo siempre en cuenta tus facciones. Las barbas redondas son válidas para todo tipo de caras, las afiladas van mucho mejor para los que la tengan alargada y las de tipo cuadrado, para los que tienen el rostro triangular porque ensancha las facciones. Ahora, la altura del cuello siempre por encima de la nuez e, incluso, un poco más arriba.
Pero si hay algo que marca tendencia, son esas barbas con cierto aire vintage o retro, que se consiguen a través de perfilados y degradados. Según Gardel, "con los primeros consigues marcar muy bien las facciones y, con lo segundo, difuminas los laterales y afilas un poco el acabado". Esto es, quizás, lo que más gusta hoy en día.
PARA TERMINAR, MUCHA HIDRATACIÓN
Lo primero de todo es aplicarse un after shave, uno de los pocos cosméticos patrimonio exclusivo del género masculino, junto con una toalla fría que cierre el poro. Y, por último, siempre hidratar. La marca Aèsop tiene una loción con un aroma perfecto o el bálsamo irlandés Beard Balm de Macho Beard Company, hecha a partir de productos naturales.
Una vez hayas terminado de dibujar tu barba, lo importante es mantenerla limpia. Mucho más incluso que ese proceso de afeitado. Para ello, hay que usar un jabón natural, sin alcohol o con aceites esenciales como el de argán o el árbol de té. Secarla siempre en frío y utilizar un cepillo de esqueleto que no rompa el pelo. Y si te gusta perfumarla, vuelve a los aceites de limón y lima. Parece un proceso difícil, pero ¿a las chicas no le dicen eso de que para estar bella hay que sufrir? En realidad, no. Pero todo tiene su trabajo.