Hace dos años se despedía de los musicales con una advertencia: sólo volvería a subirse al escenario si había algún proyecto que le ilusionase. Evidentemente así ha sido y Paloma San Basilio (65) ha vuelto con más fuerza que antes, si es que eso era posible.
Acaba de publicar su segundo libro, una novela de ficción sobre las dificultades de una familia bodeguera durante la posguerra, y este miércoles se estrena sobre las tablas del teatro romano de Mérida con uno de los mayores retos de toda su carrera. San Basilio será la encargada de abrir el Festival de Teatro Clásico con La décima Musa, una apuesta arriesgada de nueva creación compuesta por 15 canciones que interpretará hasta el domingo junto a dos actores veteranos en los musicales como son Ignasi Vidal y David Ordinas.
Ella se siente "una privilegiada" y está "encantada con este reto personal", tal y como confirman a EL ESPAÑOL fuentes de su entorno. Desde que anunció su retirada le llueven los proyectos y a esto no podía decir que no. Parece estar hecho a su medida. El espectáculo, que la llevará por varias ciudades españolas en 2017, requería potencia de voz y alma reivindicativa en aras de la igualdad. Justo lo que le caracteriza. "Ahora disfruto de cada cosa que hago y acepto sólo proyectos que me apasionan", suele decir a modo de mantra.
Como la novela que acaba de ver la luz, El océano de la memoria, una obra sobre una saga familiar marcada por la posguerra para la que se documentó notablemente, rescatando testimonios de familiares y amigos. No es una autobiografía, sino la historia de una familia cualquiera plagada de dificultades.
El relato en primera persona ya llegó hace dos años, cuando Paloma San Basilio escribió La niña que bailaba bajo la lluvia, una autobiografía en la que relata sus vivencias personales y profesionales más profundas.
Una abuela moderna
Paloma San Basilio no sabe estar quieta. Se reinventa continuamente. Tan pronto se vuelca con la pintura como que da un giro radical a su música. Hace unos años se lanzó a la electrónica de la mano de su hija, Ivana Vanessa Gómez San Basilio (43), que también se dedica a este mundo con el nombre artístico de ShaLee. En aquella ocasión Paloma San Basilio produjo su propio disco, Amolap, y cambió de look.
Fue uno de los proyectos que más disfrutó, sobre todo porque pudo estar al lado de su hija -nacida de su matrimonio fallido con el atleta Ignacio Gómez Pellico-, que actualmente reside en Los Ángeles junto a su marido y sus dos hijos.
A Paloma le gustaría pasar más tiempo con su familia, por eso las giras que acepta actualmente no son ni la mitad de absorbentes e intensas que las de antaño, como así confirman desde su entorno. Para poder escaparse, siempre que los proyectos se lo permiten, a ejercer su faceta preferida, la de abuela.