Felipe Juan Froilán, la gran ausencia en el funeral de su tío abuelo

El pasado 7 de julio fallecía en Madrid, a los 96 años de edad, José Mª Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, antiguo jefe de Estado Mayor del Ejército y tío de Jaime de Marichalar. Él era hermano de doña Concepción Sáenz de Tejada, condesa viuda de Ripalda, ya fallecida. En la iglesia Catedral Castrense de las Fuerzas Armadas, en la Calle Sacramento de Madrid, tuvo lugar una misa funeral por su eterno descanso. Hasta allí se acercó Jaime de Marichalar, que iba impecablemente vestido, con traje oscuro y pañuelo en la solapa. También su hija, Victoria Federica, aunque no acompañaba a su padre ni a la entrada ni a la salida de la misa. También pudimos ver a algunos de los hermanos Marichalar, en concreto al mayor, Amalio, y a Ignacio, acompañado de su esposa, María Fernanda de Fontcuberta y de la Peña.

Jaime de Marichalar acude impecable al funeral de su tío. Agencias

Victoria Federica acompañó a su padre al adiós de su tío abuelo. Agencias

Pero hubo una notable ausencia, la del hijo mayor de la Infanta Elena, Felipe Juan, que no asistió al funeral por su tío abuelo. Quizá el joven está demasiado enfrascado en los preparativos para festejar su 18 cumpleaños, que será el domingo. Todo apunta a que la fiesta empezará con una cena el sábado con todos sus amigos, para dejar el domingo a la familia.

Desde hace unos meses, los ávidos paparazzi se frotan las manos ante esta esperada mayoría de edad. Hasta ahora, no se podía fotografiar al joven si no estaba en compañía de sus padres, debido a la ley de protección del menor. Pero desde este próximo 17 de julio, todo cambiará. “Pipe”, como le conoce su familia, adquirirá entidad propia como personaje, por lo que seguro que es uno de los más perseguidos por las cámaras, al menos en estos primeros días de sus 18 años.

Felipe Juan Froilán en los toros Gtres

Desde los primeros años de vida de Froilán -así le conoce el común de los medios de comunicación-, sus travesuras y fechorías han dado mucho que hablar. Desde sus disimuladas peinetas hasta sus brechas, o el más grave, el accidente que sufrió con una escopeta de caza. Pero sin duda, si una imagen dio la vuelta al mundo, fue la patada que le dio a una de sus compañeras de comitiva en la boda de los entonces Príncipes de Asturias.