Marbella: la princesa María Luisa de Prusia resucita el 'glamour'
La XX Gran Gala Benéfica reunió a la 'jet' marbellí de la época dorada. A 300 euros el cubierto y ambientada en la cultura asiática.
1 agosto, 2016 13:37Noticias relacionadas
La asociación benéfica Concordia Antisida celebró ayer su 'XX Gran Gala Benéfica' en el Palacio de Babilonia de Olivia Valére, recreado en un ambiente asiático muy chic con los personajes mas variopintos. Más de trescientas personas a 300 euros el cubierto se dieron cita con etiqueta en la noche más solidaria de la temporada.
Voluntarios, colaboradores y muchos amigos incondicionales de la Princesa María Luisa de Prusia, presidenta de la asociación, acudieron un año más a la llamada, en una época en la que el repunte de la enfermedad del VIH es ya una realidad. La asociación, declarada de Utilidad Pública Municipal en atención a las destacadas condiciones que concurren en la misma y que se han puesto de manifiesto en sus veintidós años de existencia, atiende las necesidades de personas afectadas por el VIH/SIDA que requieren de una atención y servicios especializados.
En la gala no faltaron las anécdotas. Olivia de Borbón al llegar con su esposo, sufrió una monumental caída en el suelo: "Jo, me quedan aún tres meses de embarazo, subrayó a JALEOS, y casi me pongo de parto prematuro" Luego Carmen Lomana fue agasajada con una tarta sorpresa al cumplir años a las 12 de la noche. "Me siento como cenienta, es muy bonito cumplir rodeada de amigos que te cantan el Cumpleaños feliz". Gunilla y su ex Luís Ortiz más juntos que nunca, dicen que no se pierden una esta verano. Su máxima es: "Al mal tiempo político, buena cara en Marbella".
Uno de los que faltaron a la cita y es siempre un habitual fue Hubertus de Hohenlohe, que desveló que su familia está en Bolonia. "Falleció un familiar de Simona y está con su esposa". Época de luto para los Hohenlohe. Este mes de agosto se cumplen diez años de la muerte de su hermano en una cárcel de Tailandia, y en esta misma semana harán un funeral en Ronda el día 8 presidido por Ira de Fürstenberg.
Un menú de lujo y el recuerdo a la reina Sofía
El menú de la 'XX Gran Gala Benéfica' estuvo elaborado por el equipo de cocina de Babilonia y de Lepanto. Covap, Bodegas Sánchez Romate, Pernord Ricard y Logistransol también colaboraron en la cena que fue servida por los alumnos de Les Roches Marbella.
Tras las actuaciones de Thai Dance Academy, el joven pianista Samuel Gómez y el cantante Alejandro Canals, tuvo lugar la tradicional Gran Rifa con más de una veintena de regalos donados por firmas muy exclusivas. Tanto la presidenta de Concordia Antisida, la princesa María Luisa de Prusia como la directora Teresa Muñoz de Martín agradecieron la colaboración de patrocinadores, voluntarios y amigos como los Hohenlohe, la Marquesa de San Damián, los Duques de Sevilla, Gunilla Von Bismarck , Carmen Lomana y Olivia de Borbón, quien recibió un ramo de flores como madrina de la gala cuya presidenta de honor es S.M. la Reina Doña Sofía.
Aunque el sida sigue siendo un azote para la humanidad, la de Prusia confía en que las nuevas vacunas que aparezcan sean la salvación para los enfermos que ve sufrir día tras día en su Asociación Concordia. La aristócrata puntualizaba a JALEOS que la homofobia "es aún la peor arma para combatir el virus del miedo". Su mejor recompensa en los últimos meses ha sido la visita que tuvo de su prima, la reina Sofía, que a su vez es la presidenta honorífica de la Asociación Concordia.
"Fue tan inesperada su llegada como agradable. Pasamos el día visitando a los enfermos de sida del centro de día que tenemos. Los chicos que la veían delante de ellos decían: '¡Pero si es la reina! Y está aquí con nosotros'. Y la besaban las manos, la abrazaban y no se separaban de ella. Mi prima emocionada no paraba de llorar con ellos. Fue muy emocionante para todos".
En la gala no faltaron palabras de elogio para la reina Sofía. Maria Luisa ha puesto en marcha de nuevo este evento solidario, que el año pasado se paralizó por falta de presupuesto, celebrándose solo en San Nicolás. Ahora gracias a la empresaria Oliva Valere ha podido retomarla en verano: "el problema de los patrocinadores siempre es el mismo. Cuesta mucho. Ya no la podemos hacer ni en Marbella Club, porque la casita del mar siempre se alquila a unos árabes. Marbella cambia y nosotros con ella".