Es extraño escribir sobre alguien fallecido y no poder poner la fecha exacta de su muerte. Sucede con Publio Cordón, el empresario secuestrado en 1995. Podemos escribir que nació el 7 de febrero de 1937 en Villar de Maya (Soria). Que desapareció el 27 de junio de 1995 en Zaragoza. Pero no podemos escribir cuándo murió. ¿Oficialmente? Entre el 1 y el 9 de agosto de 1995. ¿Dónde? En esa incertidumbre sigue viviendo su familia desde el fatídico día en que el patriarca desapareció. Una vida en la que, pese a la falta de respuestas, el conglomerado empresarial creado por Cordón ha seguido creciendo. Y todo gracias a su mujer, Pilar Muro (80).
"Ojalá tuviera yo la mitad de energía que tiene mi madre", comenta entre risas María Cordón, la segunda hija del matrimonio. "Mi madre es la fuerza de esta familia, siempre se ha enfrentado a los temas de cara, sin miedos, y eso ha mantenido a la familia súper unida".
Tuvieron que pasar diez años desde la desaparición del empresario para que a su mujer le dieran la condición legal de viuda. Los Grapo lo habían secuestrado y después de recibir 400 millones de pesetas para liberarlo, el empresario no apareció. Fue su hija Carmen (48), entonces con 27 años, quien se encargó de negociar con la banda terrorista. Acompañada de su marido, Ignacio Jiménez, entregó el dinero del rescate en París pero no hubo tal rescate. Según aseguró uno de los responsables del crimen, el empresario intentó huir, se lesionó al parecer hasta morir y fue enterrado en el sur de Francia.
Estos datos, los más concretos que se conocen del suceso, no se supieron hasta 2008. En noviembre de ese año, Fernando Silva Sande, detenido y encarcelado por el secuestro, reveló la información a la Guardia Civil. Meses después, Carmen Cordón publicaba Historia de un secuestro (Temas de hoy), una historia novelada de lo sucedido. Los medios hablaban aquellos días de que el libro desvelaba toda la verdad del secuestro pero lamentablemente, más de 20 años después, poco se sabe.
Lo que queda claro en el libro de la heredera del empresario es el afán de superación de la familia. Todos hicieron lo imposible por encontrarle, siguen haciéndolo, y en esta adversidad han intentado llevar una vida normal. Y no es fácil.
"Es doloroso no conocer el lugar donde pueden estar sus restos. Es algo que pienso de día y de noche y cuando hablo con mis hijas". Son palabras de Carmen Muro en una entrevista hace unos años. "A mí me ha ayudado el trabajo. Hay que salir adelante. Prácticamente he dejado de hacer vida social, pero tengo que viajar por asuntos de las clínicas".
Así fue. La viuda de Cordón decidió tomar las riendas de los negocios creados por su marido y en lugar de mantener o hundir las empresas –hay que tener en cuenta que había sido una ama de casa que vivía al margen del negocio-, las hizo crecer. En el nombre del marido, la viuda se convirtió en una gran empresaria, acaso consciente de lo mucho que se había dejado su marido para llegar a ser uno de los empresarios más potentes del país.
Ahora, tantos años después, sigue siendo la cabeza de familia. Se dedica a gestionar el patrimonio familiar y trabaja cada día en una oficina en Madrid. Los fines de semana todavía tiene ganas –y tiempo- de volver a Zaragoza, su ciudad natal, para quedar con amigas y sus hermanos. "Es una pasada, tiene una actividad que no te lo puedes ni imaginar", añade su hija María.
Publio Cordón nació en Villar de Maya, un pueblecito al norte de la provincia de Soria que, según el Instituto Nacional de Estadística, no llega al medio centenar de habitantes. Durante la Guerra Civil su padre, Feliciano, murió y su madre, Benita Murilla, se hizo cargo de la familia. A duras penas tenían para comer, así que cuando Publio tenía cinco años, Benita emigró a Zaragoza. Su único equipaje fue una maleta de madera.
En la capital aragonesa logró trabajo como vendedor de pólizas de seguros y su olfato para los negocios lo llevó a crear una empresa de seguros médicos, Previsión Sanitaria, que se convirtió en el germen de su imperio. Durante ese tiempo, Cordón estudio comercio (equiparable ahora a unas Empresariales) y después se licenció en Derecho. Ya con 40 años, relacionado con las empresas sanitarias, decidió estudiar Medicina. "En casa recordamos todos a mi padre estudiando la carrera", recuerda María. Publio Cordón siempre soñó a lo grande.
De la mano del médico y escritor Santiago Lorén (fallecido en 2010 a los 92 años), quien vio el talento de Cordón, crearon un centro de asistencia sanitaria en un chalé a las afueras de Zaragoza, un centro que crecería y terminaría siendo el primero de los muchos hospitales Quirón que existen en la actualidad.
Lorén conocía el negocio casi por casualidad puesto que entró en la Sanidad Militar atendiendo a heridos durante la Guerra Civil. Al terminar la guerra estudio Medicina y se convirtió en un prestigioso ginecólogo, profesión que sirvió de telón de fondo a su novela más conocida, Una casa con goteras, premio Planeta en 1953 (segunda edición del galardón). Su experiencia fue de gran ayuda para Cordón y la creación de su imperio sanitario.
Se casó con Pilar Muro, chica bien de la capital aragonesa, hermana de los propietarios de Radio Zaragoza, y tuvieron cinco hijos: cuatro niñas y un niño. Ya suman siete nietos, de los que Cordón no conoció a ninguno. Uno de los momentos más duros que vivió el matrimonio es la muerte de Publio (Publito para sus allegados) en un accidente de ultraligero en Lleida.
Muro se convirtió en la mujer fuerte de la familia, en quien tomó las riendas de todo, desde la casa hasta las empresas, y logró que el Grupo Quirón se convirtiera en el más potente conglomerado sanitario español. Con su venta se ha convertido en uno de los más potentes en Europa.
Afincada en Zaragoza, de donde no se ha movido nunca, Muro sigue liderando los negocios, aunque dedica mucho tiempo a sus nietos. De las cuatro hijas, Carmen (48) y María (47) han seguido los pasos empresariales de sus padres, aunque solo María sigue al frente de los negocios. Todas las hermanas están vinculadas al negocio familiar pero es María quien más tiempo le dedica. María es la responsable del conocido como 'Plan de Expansión' de la compañía familiar, tal y como se lee en su currículum. Licenciada en Medicina y MBA por el Instituto de Empresa, permanece como vocal en el Consejo de Administración. María vive en Madrid, lejos del resto de hermanas.
Carmen también estudió en el Instituto de Empresa y estuvo vinculada a los negocios familiares durante años. Actualmente, sin embargo, vive en Madrid, desde donde gestiona un hotel que inauguró hace tres años en Palma de Mallorca con su marido, especializado en hostelería: la Posada Terra Santa. Tienen tres hijos que estudian en Madrid. En la capital están a punto de inaugurar un nuevo hotel.
Mientras, las dos pequeñas se dedican más a otras ocupaciones. Raquel (45) estudió Derecho pero se ha volcado en su vena artística y Pilar (43) es amazona profesional. Raquel es pintora y vive en Miami, donde desarrolla una exitosa carrera como pintora figurativa y cría a sus tres hijos junto a su marido.
Pilar es una exitosa amazona afincada en Bélgica que ha participado este año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, a donde viajó parte de la familia para apoyarla. Su pasión por los caballos ha provocado que saliera en los medios de comunicación por motivos bien distintos a los que ella hubiera querido. Porque cuando Athina Onassis (31), heredera del magnate y exitosa amazona, se separó de su pareja, algunos medios apuntaron a Pilar como causa de la crisis. Ella nunca habla de su vida privada así que nada dijo de las informaciones. Además, se entrega de tal modo a su profesión que ni tiene hijos ni pareja, aseguran quienes la conocen.
Repartidas por el mundo, las hijas de Publio Cordón recuerdan a su padre cada día. Se lo imaginan cerca, vigilándolas, acompañándolas. Lo cuentan a sus allegados, a sus íntimos. Y se vuelcan en su madre cada vez que la visitan, que es siempre que pueden. En Navidades suele ser el momento en el que se juntan las cinco, unas mujeres de bandera que han salido adelante pese a la incertidumbre, pese a la falta de respuestas. "Era un hombre genial, me da lástima no haber podido hablar con él desde la madurez que tengo ahora. De tú a tú...", escribió Carmen hace un tiempo, "tengo tantas preguntas".