La iglesia y el fútbol se dieron la mano este sábado por la noche en Barcelona (no en vano, el segundo es una religión para muchos). El motivo no podía ser más lúdico: un partido de liga. Hasta el Camp Nou se trasladaron Sor Lucía Caram (50 años) y el padre Ángel (79), fundador y presidente de Mensajeros de la Paz, para disfrutar del encuentro que enfrentó al Granada y al Fútbol Club Barcelona, equipo del que es ferviente seguidora la revolucionaria monja.
Los seguidores de Caram en las redes sociales se sorprendieron tras descubrir el empeño que había la monja en que su compañero de grada se integrara como un culé más, bufanda incluida. El padre Ángel se mostró encantado, a juzgar por las imágenes, de convertirse -aunque sólo fuera por un par de horas- a lo que para muchos es una religión más. Concretamente, al Barça.
El padre Ángel acudió de la mano de Josué, un niño que adoptó en El Salvador y que es seguidor del club. "Yo creo que fue él el que arrastró un poco al padre Ángel para venir", confiesa Caram en conversación con EL ESPAÑOL. Tras el partido, todos ellos pudieron saludar y hacerse fotos con algunos jugadores, que se mostraron "entrañables", con el sacerdote. Además, los directivos del Barça regalaron a Josué un balón firmado por todos los jugadores.
"El padre Ángel se lo pasó muy bien. Lo vi realmente emocionado. Yo creo que se ha ido convertidísimo y entendiendo por qué el Barça es algo más que un club. Espero que la conversión no sea sólo por unos minutos. Yo intuyo que su corazón empieza a ser blaugrana, aunque él es universal", concluye sor Lucía, satisfecha por la velada.
Sus sonadas reivindicaciones
El relato de sor Lucía en las redes sociales provocó todo tipo de reacciones. Y es que la monja nunca deja indiferente a nadie con sus incendiarias declaraciones.
Hace unos meses, se encaraba con un internauta a raíz de los litigios de Leo Messi (29) con la Agencia Tributaria. Caram defendió tan fervientemente al jugador azulgrana que hicieron acto de presencia ciertos comentarios fuera de lugar que no fueron bien interpretados por los usuarios de la red social.
En otras ocasiones ha salido a flote su tendencia independentista respecto a Cataluña y su entusiasta admiración por Artur Mas (60) y su proyecto.
En cualquier caso, ella misma se autodefine como "revolucionaria" y "mosca cojonera", algo que gusta al Papa Francisco (79), según sus palabras, pues en un encuentro reciente con el argentino, éste le animó a seguir "armando lío", tal y como ella misma reconoció a su vuelta de Roma.