Increíble, pero cierto. Kiko Rivera (32 años) se ha metido a runner. Sí, han oído bien. El dj ha decidido dejar atrás sus hábitos poco saludables de vida para convertirse en un hombre nuevo. Así lo ha expresado él mismo en sus redes sociales donde ha publicado varias imágenes ataviado con ropa de deporte. En realidad, lo único que ha mostrado, de momento, son sus pantorrillas y sus zapatillas para correr. "Empezamos una nueva rutina #convencido #nuevavida #sport", asegura el hijo de Isabel Pantoja (60).
Lleva solamente dos días entrenando, pero está totalmente entregado a la causa. "El deporte es algo maravilloso que nunca debes dejar de practicar… a por todas", comenta. Sin embargo, en su tercer día como runner un pequeño problema de salud le ha alejado del asfalto. "Dolor de muelas brutal. Hoy me consuela mi radio y la buena música", afirma Kiko acompañando al texto una imagen de varios analgésicos para paliar su sufrimiento. Una vez esté totalmente recuperado imaginamos que el dj volverá a retomar su nuevo hobby porque lo ha cogido con ganas.
"Kiko Rivera necesitaría varias vidas para poder completar una maratón. Para ser runner se necesita una capacidad grande de sacrifico y de esfuerzo continúo. Y a él no le veo capacitado para hacer nada", explica un entrenador personal con el que ha contactado EL ESPAÑOL. "Esto responde más a una cuestión de esnobismo. Que él de un golpe de timón en su vida es complicado. Primero tendría que salir de la zona de confort en la que está desde que es pequeño. Además para empezar a correr, tendría que quitarse el lastre de kilos que lleva encima, si no es como hacerlo con una mochila. Todo ello obviamente debe ir acompañado de una alimentación saludable", concluye el experto.
El sobrepeso de Kiko Rivera le ha pasado factura. A la gota que padece, como consecuencia de su obesidad, se le unió a principios de año una diabetes provocada por el mismo motivo. Kiko Rivera se vio obligado a suspender su gira por México por prescripción médica. Ahora quiere acabar con todo esto y uno de sus propósitos, tras su reciente boda con Irene Rosales (26), es adelgazar. Ya lo intentó tiempo atrás sin obtener resultado. El hijo de la tonadillera intentó perder kilos contratando incluso a un entrenador personal para que le ayudara. No sirvió. Su ‘operación bikini’, como decimos, resultó fallida. Tiró la toalla antes de tiempo, una tónica que suele ser habitual en él.
Ahora la cosa va más en serio. Se ha convertido en un hombre más maduro, o eso parece. Irene Rosales, a la que dio el 'sí, quiero' el pasado 7 de octubre en Sevilla, es una de las personas que está transformando a Kiko. Ella ha sido la única mujer que ha logrado llevarle al altar y le ha hecho sentar la cabeza. En el plano profesional también ha encontrado su sitio. Acaba de lanzar su último tema Sano Juicio, un título que precisamente encaja con la nueva filosofía del dj.