La cantante de Se acabó ha llevado a cabo su lema y ha puesto fin a su mítica melena rubia y a todo lo que le prive de la buena vida. Después de pasar por uno de sus peores momentos cuando en 2013 fue diagnosticada de un cáncer de mama, ahora reaparece totalmente curada de la enfermedad, con algunos kilos más, pero con su sentido del humor intacto.
María Jiménez (66 años) que nunca ha tenido complejos en mostrarse tal y como es, posaba ante el photocall del Salón Internacional del Caballo (SICAB) en Sevilla vestida con un look negro y chaleco de pelo. El toque de color lo daba con unos pendientes en coral a juego con el rojo de sus labios. Precisamente en su boca no faltaba la sonrisa, la misma que lució en su última aparición pública en la boda de Lourdes Montes (32) y Francisco Rivera (42), en verano de 2014.
En aquella ocasión acudía al enlace con un caftán de estilo playero, en color blanco con motivos étnicos en color turquesa que contrastaban con el tono rojo intenso que escogió para su cabello. Ahora ha querido volver a su rubio dorado de antaño aunque mucho más rizado de lo que nos tenía costumbrados y mostrando en las raíces un tono ceniza que refleja el paso de los años.
Y es que la vida de la artista ha sufrido grandes altibajos. Su relación intermitente con el actor Pepe Sancho fue la etapa que más destaca en su biografía. Conoció al valenciano en 1978 y dos años después se daban el 'sí, quiero' en Sevilla, ciudad natal de ella. Fruto del matrimonio nació Alejandro, el hijo en común de la pareja, aunque María ya era madre de una niña llamada María del Rocío a la que Sancho reconoció. Sin embargo, lo que en un principio fue un flechazo se convirtió en un arma peligrosa que ninguno de los dos fuertes caracteres supo controlar. Así llegó la primera separación en 1980. Pero el trágico accidente que sufrió la hija mayor con tan solo 16 años de edad, volvió a unir a la ex pareja que decidió darse una segunda oportunidad en 1987.
Jiménez y Sancho continuaron juntos 15 años más, pero en 2002 llegó el fin definitivo para la relación tras varios episodios de maltrato, amenazas e infidelidad que la cantante contó en programas de televisión acusando al actor. Alejandro, el hijo del ex matrimonio se puso del lado de su madre, y al año siguiente su padre rehacía su vida junto a la periodista Reyes Monforte. Mientras, la vida profesional de María despuntaba en las listas de ventas de discos con su obra en homenaje a Sabina. Corrían, por tanto, buenos tiempos para la cantante hasta que en 2013 llegaron dos noticias que cambiaron su vida. Por un lado, comenzaba el año con un diagnóstico de cáncer de mama, y por otro lado, el 3 de marzo, moría su ex marido Pepe Sancho, precisamente por una variante de esa enfermedad en el pulmón. Las palabras de Jiménez tras conocer el suceso fueron: "muerto el perro, se acabó la rabia". Un frase que reflejaba a la perfección lo que la sevillana llevaba manifestando en los últimos años acerca de su ex pareja y las supuestas escenas de abusos que sufrió por su parte.
Pero ahora la cantante se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida, ya que ha visto cumplido su mayor sueño: ser abuela. Jiménez dio la bienvenida al mundo a su primera nieta, Julia, el pasado mes de agosto, primogénita de su hijo Alejandro. En su tranquila vida en Chiclana de la Frontera, la artista disfruta de una rutina ajena a los focos, centrada en su nueva faceta familiar y arrancándose por bulerías para su círculo más íntimo.