La expectación que suscita este año la Cabalgata de Reyes de Madrid es máxima, después de que en 2016 los trajes de Melchor, Gaspar y Baltasar fueran los auténticos protagonistas del desfile de carrozas y las redes sociales ardieran con las críticas por la elección de unos reyes que recordaban más al mago Merlín y a Disney que a sus Majestades Reales de Oriente.
También la decisión de apartar a los famosos patrios de sus tradicionales tribunas de invitados y colocar en su lugar a niños y mayores con discapacidad y en riesgo de exclusión social acaparó portadas y comentarios, en este caso mucho más positivos.
Con todo, los ojos están puestos en cualquier movimiento de Manuela Carmena (72 años) que pueda dar pistas acerca de la línea a seguir este jueves.
Por lo pronto, la alcaldesa pretende instaurar la decisión de invitar a casi medio centenar de discapacitados y personas en riesgo de exclusión social como una nueva tradición, y en esta ocasión, como en 2016, quiere que los VIP "sean los que más lo necesitan", tal y como avanzan fuentes municipales a EL ESPAÑOL. Por ello, las 480 invitaciones que hasta 2015 iban destinadas a toreros, aristócratas, cantantes y demás famosos con sus respectivos hijos irán a parar, por segundo año consecutivo, a estos "nuevos VIP, que lo serán por un día".
Vuelta a los orígenes
Por otro lado, el Consistorio, que este martes presenta a los medios las carrozas de los magos así como otras que destacarán en el desfile del jueves, está manteniendo la prudencia y la discreción en lo que respecta a los trajes de los Reyes Magos.
El pasado año, la polémica alcanzó cotas descomunales después de que Melchor, Gaspar y Baltasar se dejaran ver con unos atípicos trajes multicolores que se alejaban notablemente del imaginario popular de los tradicionales Reyes Magos y se acercaba más a los cuentos infantiles.
Las redes sociales comenzaron a echar humo, sobre todo después de que la popular Cayetana Álvarez de Toledo se convirtiera en trending topic al afirmar que los trajes habían acabado con la ilusión de su hija de 6 años. "No te lo perdonaré jamás, Carmena. Jamás", fue el contundente mensaje que recibió decenas de miles de réplicas. Ni la propia Álvarez de Toledo se imaginaba la repercusión de sus palabras. "Simplemente dije lo que sentía. Este año no tengo interés en seguirla pero si hay algo digno de mencionar, lo haré".
Todo apunta, sin embargo, a que Carmena y su equipo han decidido no arriesgar en lo que respecta a los atuendos reales. El cuidado que han puesto para los diseños es algo que repercutirá positivamente en la opinión pública, según ha podido saber EL ESPAÑOL. El Ayuntamiento de Madrid está, pues, convencido de que estos trajes, a los que se está dando los últimos retoques, van a gustar. Por lo pronto, el diseñador de los vestidos del pasado año, Jorge Dutor (36) no ha querido confirmar ni desmentir si el Ayuntamiento le había encargado los diseños, al igual que hizo en 2016.
Los trajes, eso sí, seguirán una temática muy clara. "Toda la Cabalgata va a ir en línea con la Oda a la Curiosidad que guía este año el desfile, "incluidos los trajes de los Reyes Magos", aseguran fuentes municipales en conversación con este medio.
La regidora madrileña quiere dar gusto a todos. De ahí que, mientras vuelve a los orígenes con los Reyes Magos en Madrid para contentar a los más tradicionales, ha apostado también por innovar con un pionero desfile para conmemorar el solsticio de invierno como en Laponia. Este año ha sido el primero que se ha celebrado en Madrid, no sin polémica, como no podía ser de otro modo.
Otra polémica más
La controversia generada en torno a los Reyes Magos de la Cabalgata no ha sido la única que rodea a esta cuestión. Hace tan sólo una semana, la página web municipal aparecía con un curioso mensaje en el que se solicitaban "voluntarios de teatro y danza para el evento navideño". Esta petición sin remuneración levantó ampollas. A los pocos minutos, el Consistorio achacó el texto a un "error humano" y que en ningún caso iba a convocarse a voluntarios sin pagarles por su trabajo.