Ambos se llevaban de maravilla. Eran grandes amigos, además de cuñados. La relación que mantenían Cayetano Martínez de Irujo y Francisco Rivera era bastante estrecha incluso después de que el torero se separara de Eugenia Martínez de Irujo. Todo iba bien hasta que el torero decidió luchar por la custodia de Tana, la hija que tiene en común con la pequeña de los seis hijos de la duquesa de Alba. Desde entonces dejaron de hablarse.
Ahora el destino les ha vuelto a unir. Susanna Griso ha querido contar con ambos en ‘Espejo Público’, probablemente a sabiendas de lo que esto supone. En septiembre fichó al aristócrata para el programa y unos meses después, en enero, se estrenaba el diestro como contertulio. La primera consecuencia de ese fichaje fue el malestar de Cayetano. Así se lo aseguran a EL ESPAÑOL distintas fuentes internas del programa: “Se enfadó un montón”, indica una de ellas. Otra va un poco más allá y revela que el hijo de Cayetana de Alba mostró su malestar a los responsables: “Él considera que detrás la incorporación de Fran Rivera al programa se encuentra únicamente el factor morbo y así se lo expresó a la dirección”. Pero el conde de Salvatierra no se quedó ahí.
Cayetano no quiere encontrarse en Antena 3 con quien fuera su cuñado. Por ello, según sostienen a este medio, ha puesto una condición a su continuidad en ‘Espejo Público’: que el torero y él no coincidan el mismo día en el programa. Pero no se refiere solo a salir juntos en cámara, “no quiere ni encontrárselo por los pasillos –aseveran–, de ahí su petición”.
Del amor al odio por una custodia
La relación actual entre ambos es inexistente. Cuando Fran Rivera inició la batalla por la custodia de su hija, Cayetano consideró que jugó sucio y que se portó mal tanto con su hermana como con su madre. De hecho, Fran Rivera perdió el favor de la duquesa de Alba, a pesar de lo que le quería. Ambos, Cayetano y Cayetana, tenían devoción por el diestro.
El propio Francisco ha hablado de esta situación en el programa. "Cayetano es muy educado. Teníamos una magnífica relación que se enfrió cuando luché por la custodia de Cayetana, pero si le veo, yo estoy educado a la antigua usanza, no habrá problema”. Además, señaló que “a un padre que lucha por su hijo no se le puede juzgar por luchar. Yo nunca ataqué a Eugenia ni a su familia. Jamás critiqué a Eugenia y nunca dije que no estaba preparada, porque lo está, solo demandé lo que me pedía mi hija que requería más tiempo en ese momento para estar conmigo".
Ambos tratan temas diferentes en el programa. El aristócrata va a la mesa política cuando le requieren –“no quiere hablar del famoseo”, precisan a este medio–, mientras que el torero tiene firmado un día por semana y su presencia está destinada a la mesa de sociedad para “hablar de lo que le pidas”. Ya lo hizo incluso de Isabel Pantoja. Asimismo nos señalan que la relación de los dos en el programa también “es diferente”. El hijo de la duquesa de Alba es “más distante” con el resto de personas, sin embargo, de Rivera aseguran que “es la alegría de la huerta y no pone ningún reparo cada vez que se acerca alguien para hacerse una fotografía con él”.