Álvaro Ruiz-Mateos, uno de los hijos del empresario fallecido José María Ruiz-Mateos, ha sido condenado este jueves a dos meses de cárcel y a pagar una indemnización de 85.000 euros por pegar una paliza a dos jóvenes en la puerta de una discoteca el 31 de diciembre de 2012 en Baquèira (Lleida), según ha informado Europa Press. Álvaro podrá eludir la cárcel pagando 960 euros, ya que al no superar los dos años de condena no tiene obligación de cumplir la pena en la sombra.
El hijo del desaparecido empresario no fue el único que participó en la pelea, ya que otros dos hombres también estuvieron involucrados en el suceso. No obstante, esos sujetos han sido absueltos tras pasar por el banquillo de los acusados. Además, a pesar de que inicialmente la fiscalía pedía por Ruiz-Mateos tres años y cuatro meses de prisión, finalmente ha aceptado reducir la petición de pena al aplicar las atenuantes dado el tiempo transcurrido desde que ocurrieran los hechos - más de cuatro años - y de reparación del daño, pues Álvaro Ruiz-Mateos ya había indemnizado a las víctimas con anterioridad, la Fiscalía y las defensas han llegado a un acuerdo y la juez ha dictado una sentencia 'in voce', por la cual, según el art. 245 LOPJ indica que las sentencias van a poder dictarse de viva voz siempre que lo autorice la ley.
Según el reconocimiento final de los hechos por parte de los acusados y las partes, el 31 de diciembre de 2012, dos grupos discutieron dentro de una discoteca en Baqueira. En uno estaba el hijo pequeño de Ruiz-Mateos y en el otro los dos jóvenes víctimas de la agresión. Una vez fuera de la discoteca, los dos agredidos intentaron esconderse dentro del hotel donde trabajaban pero el acusado, que iba con otro chico que no se ha podido identificar, les atrapó y les golpeó.
Uno de los jóvenes tuvo que esperar un mes para que sus heridas sanaran y el otro, casi un año. Las partes entienden que los otros dos acusados llegaron en coche al lugar de los hechos después de la agresión para llevarse al hijo pequeño de Ruiz-Mateos.
El abogado de las víctimas, Enric Rubio, se ha mostrado satisfecho por la condena porque "finalmente se ha hecho justicia" después de cuatro años. Reconoce que la pena es mínima pero destaca la indemnización que han podido percibir sus clientes. Rubio ha destacado que las imágenes que se consiguieron del momento de los hechos fueron clave para condenar a Álvaro Ruiz-Mateos.