Eduardo Zorilla, el político que ha hecho que Antonio Banderas se marche de su querida Málaga
El actor ha rechazado seguir con su proyecto estrella en el centro de Málaga, en el que pensaba invertir 250.000 euros por temporada, por las críticas de Izquierda Unida.
20 mayo, 2017 18:42Noticias relacionadas
A Antonio Banderas (56 años) le ha salido un rival duro de roer en Málaga, su ciudad natal. Una 'Zorrilla' a la que no le da miedo alcanzar las uvas aunque estén en las alturas de Hollywood. Eduardo Zorrilla (48) es un concejal de Izquierda Unida Málaga para la Gente que este martes se presentaba a sí mismo en su cuenta de Twitter como adversario de Banderas: "Antonio Banderas pretende convertirme en el malo de su próxima película. El Zorro y el Zorrilla podría titularse", escribía el concejal.
Lo hacía poco después de que el actor publicara un artículo en Diario Sur donde explicaba sus motivos para renunciar al proyecto 'Ecos Urbanos' en el que se había embarcado junto al arquitecto José Seguí para convertir los antiguos cines Astoria y Victoria de Málaga en un centro cultural. En esta carta abierta (que escribía con un claro tono de enfado) ha explicado que con este proyecto pretendía hacer "mucho ruido" en la cultura internacional pero que no quiere convertirse en un "nuevo Moneo en mi propia casa". En el proyecto se planteaba proyectar un edificio de 6 plantas con espacios abiertos hacia la plaza de la Merced, un teatro experimental y otra parte comercial y gastronómica. Pero después de ser reconocido con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y ser pregonero de la Semana Santa de su ciudad, por primera vez Banderas no se ha sentido profeta en su tierra.
El activista Zorrilla, un abogado al que toda la gente conoce en Málaga por sus curiosas fórmulas reivindicativas, es un rival difícil. En otras ocasiones no ha dudado en vestirse con un traje de baño de los años 30 para denunciar la gestión de las playas de Málaga por parte del ayuntamiento del Partido Popular y en 2014 devolvió al director del aeropuerto Málaga-Costa del Sol, Salvador Merino, una tarjeta que éste le envió como regalo y que le permitía disfrutar de las salas VIP del recinto.
El concejal asegura que "no tiene ningún problema con Antonio Banderas, al que admira como actor, pero cree que su proyecto no responde al interés general de los malagueños", señala en conversación con EL ESPAÑOL. Pone en duda también el procedimiento para elegir el proyecto ganador, al que denomina "simulacro de concurso". Primero hubo un concurso de ideas no vinculante al que se presentaron 72 participantes y que ganó el proyecto de Banderas y después una votación popular en las redes sociales en el que quedó en segundo puesto.
Unas críticas que han sido secundadas en las redes sociales por algunos sectores de la ciudad y que Antonio Banderas ha recibido con disgusto. De hecho, ha vuelto a Londres con un buen cabreo después de una temporada grabando en Carmona (Sevilla) la última producción de Dan Fogelman, Life Itself.
"Espero que esta decisión limpie el concurso de la intoxicación en la que parece ser me he convertido. Yo seguiré buscado la posibilidad de integrarme en el movimiento cultural tan esperanzador que está teniendo lugar en nuestra querida ciudad, pero lo haré desde el ámbito absolutamente privado", ha escrito el actor.
No solo le ha molestado que en distintos sectores políticos y sociales se haya criticado su proyecto, sino que haya habido "sorna, cachondeo y mala leche", según ha explicado.
ECOS URBANOS, EL PROYECTO DE ANTONIO BANDERAS Y JOSÉ SEGUÍ
El actor estaba muy ilusionado con este proyecto que había puesto en marcha con el arquitecto José Seguí (que ha levantado la mayoría de construcciones públicas en la Costa del Sol de los últimos años) y los empresarios Sandra García Sanjuan e Ignacio Marluquer (Starlite). El actor asegura en su escrito del diario Su que pretendía poner a disposición del proyecto "las relaciones personales que le ha proporcionado su labor artística en Hollywood" sin lucrarse. "No, aquí venía a gastármelo", ha escrito el actor, que asegura que seguirá vinculado a Málaga, aunque en el ámbito privado.