El cumpleaños de María Teresa Campos de este domingo poco tendrá que ver con su celebración del pasado año. La presentadora cumplirá 76 años y mientras sople las velas de la tarta cerrará al mismo tiempo el capítulo de un año difícil al que ha tenido que enfrentarse.
Este domingo seguirá a más de 8.000 kilómetros de su amado Edmundo Arrocet (67), quien pondrá rumbo a España la semana que viene y se reencontrará con la presentadora el jueves. Quienes sí están para celebrar su cumpleaños son sus hijas, Terelu y Carmen Borrego. Con ellas y con Rocío Carrasco (40) y Fidel Albiac (43). Todos ellos comieron este sábado en la casa de Terelu, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Allí le entregaron los correspondientes regalos. Este modo de celebración dista mucho de los animados festejos con los que suelen sorprender a la matriarca, pero han preferido organizar un encuentro más sosegado para no perjudicar la rehabilitación de su madre.
Y es que el año pasado su cumpleaños coincidió con la emisión de ¡Qué tiempo tan feliz!, pero María Teresa se recuperaba de su operación de vesícula y conectaron en directo con su casa mientras su hija Terelu (51) ejercía de presentadora en un día tan especial. El programa estuvo dedicado por completo a la veterana conductora y tuvieron un papel esencial sus amigas, que llegaron de la mano de Bigote, y los vídeos antiguos que hacían un recorrido por su trayectoria y sus amistades más famosas.
Este domingo, sin embargo, lo que más peso tendrá en su celebración será la alegría por haber salido airosa de los diversos frentes a los que se ha encarado en estos doce meses. Y es que en ese tiempo la vida de María Teresa ha dado grandes giros, y no solo a ella, sino a todo el clan.
[Más información: El disgusto de María Teresa Campos por culpa de Bigote Arrocet]
Las Campos se adentraron en una nueva aventura como protagonistas de su propio reality y eso generó tantas luces como sombras. La sobreexposición de la familia hizo que la relación con Edmundo estuviera en el ojo del huracán y de esta forma comenzaron a aparecer imágenes e informaciones en torno a él que repercutieron de forma directa en el estado de ánimo de su pareja. Muchos ligaron el tema del humorista al desmayo que sufrió la presentadora durante la emisión de su programa, espacio al que además tuvo que decir adiós en el mes de marzo. Esta salida de su formato de la parrilla televisiva afectó de forma considerable a la presentadora y más aún teniendo en cuenta que Hacienda le reclamara 800.000 euros.
Su posición de Defensora de la Audiencia en Sálvame la ponía en la palestra cada miércoles y su sección se convertía a veces en un interrogatorio sobre su vida privada. La matriarca de las Campos tenía que acudir al plató de Jorge Javier Vázquez (46) y aclarar, desmentir o confirmar cuanto se publicaba sobre ella y su novio.
Aunque no todo ha quedado en su relación sentimental, ya que su hija más joven, Carmen Borrego, ha pasado en estos meses de ser totalmente anónima a verse en las portadas de las revistas donde se han destapado duros episodios de su vida desconocidos hasta el momento. Un diagnóstico de cáncer, la pérdida de la custodia de sus hijos y un ictus, fueron los capítulos más trágicos de la vida de la menor del clan.
[Más información: María Teresa Campos: los seis grandes disgustos que han minado su salud]
El ictus volvió a la familia y supuso uno de los mayores sustos que se ha llevado la matriarca. Un ingreso de ocho días, que para la prensa se hicieron eternos y en los que se sembró la duda sobre si el entorno de María Teresa debía o no informar a Edmundo, que permanecía en Honduras, sobre su estado de salud. El mensaje nunca llegó a la isla, y es que tras recibir el alta hospitalaria la evolución positiva de la presentadora fue casi milagrosa.
A ese último hecho es al que la cumpleañera se va a aferrar este domingo para celebrar con alegría su nuevo aniversario. Además, en plena resaca todavía de su cumpleaños recibirá uno de los mejores regalos: la vuelta a casa de su pareja.