La heredera de Inditex no esconde su felicidad. Hace tiempo que dejó atrás el miedo a las cámaras. Y es que desde que comenzó su relación con Carlos Torretta (33 años), la tranquilidad con la que podemos ver pasear de su mano a Marta Ortega (33) es un hecho más que palpable.
Ortega ha roto con el secretismo exhaustivo de Inditex desde que se deja fotografiar, pero no así con la hípica. A pesar de llevar seis meses sin montar a caballo, en ningún momento ha afirmado su retirada, tal y como han informado fuentes cercanas a EL ESPAÑOL. De hecho, la heredera dispone en Arteixo esta temporada de dos de sus caballos, que han sido montados este sábado por su entrenador.
Pero esta pausa que se ha tomado en la hípica no le ha hecho alejarse de las pistas de Casas Novas. El concurso de saltos internacional, que se está llevando a cabo desde este viernes hasta el domingo, está patrocinado por Lexus Spain, que se ha convertido en el vehículo oficial de la XXXIV Edición del CSI Casas Novas y que verá disputar este fin de semana el Trofeo Lexus en el hipódromo.
Marta Ortega se paseó durante la apertura del concurso rodeada de amigos en Casas Novas. Con vaqueros negros y una larga blusa blanca, la heredera se dejó ver en las instalaciones junto a su hijo Amancio, fruto de su relación con el jinete Sergio Álvarez (32). El pequeño disfrutó -y mucho- de la compañía de su actual pareja, Carlos Torretta, o 'Charly', como le llaman sus allegados.
Amancio Ortega (81) se presenció en Casas Novas el sábado, cuando su hija dio el pistoletazo de salida al torneo de hípica un día antes. En el municipio coruñés de Arteixo no solo los jinetes acapararon los flashes. Marta Ortega fue el principal objetivo de las cámaras porque se mostró inseparable con el hijo del diseñador argentino Roberto Torretta, con el que no faltaron gestos cómplices. La pareja siguió la competición en uno de los palcos vip, alejados de las miradas de los más curiosos, y en compañía de amigos y otros miembros de la familia hasta que, entrada la tarde, apareció Flora Pérez, la madre de la heredera de Inditex.
En pie de pista se pudo apreciar lo perfectamente integrado que se encuentra Torretta en el clan Ortega. Sonrientes y relajados, hicieron caso omiso a la mirada de cientos de curiosos presentes y el 'yerno' de Amancio Ortega disfrutó jugando junto al pequeño de la familia mientras su madre, feliz, capturaba los momentos.
Amancio, un alma humilde e incansable
"Un campechano". Así le describen sus personas más cercanas. "Humilde y amigo de sus amigos", Amancio Ortega ha conseguido llegar a lo más alto y para ello "no da segundas oportunidades", tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL. Con residencia en su Coruña natal, el polígono de Arteixo sigue siendo el centro neurálgico de Inditex y el lugar al que acude –a pesar de sus 81 años- cada día a trabajar.
A pesar de su veteranía el empresario continúa ligado al negocio y vive con la necesidad de saber cada paso que se da. Con más de 160.000 trabajadores directos en todo el mundo, la marca necesita un control férreo. Ese control era tal por parte de Ortega que hace apenas quince años, Amancio llamaba uno a uno a cada encargado de las tiendas de Zara de toda España cada día, según han comentado e EL ESPAÑOL fuentes cercanas al multimillonario.
Y es que debido a que el nombre de Inditex se ha convertido en un ejemplo para las multinacionales de todo el globo el empresario gallego, que aborrece los focos, ha tenido que atender, en alguna puntual ocasión a alguna celebrity que se acercaba hasta el polígono para ver con sus propios ojos el imperio de Inditex. Como la vez en la que fue el archiconocido vocalista de U2 el que quiso conocer el trabajo del español. "¿Qué Bono?", fue la pregunta de Ortega cuando le informaron de quién era el que visitaría Arteixo. De esto hace más de seis años y el ejemplo de Amancio no hace más que crecer.