María Porto (46 años) acudió con una amiga a la fiesta de presentación de la revista Influencers celebrada en Madrid a la que también asistieron numerosas personalidades de los más diversos ámbitos. Desde Sergi Arola (49), quien nos habló del mal momento que está atravesando su gran amiga Silvia Fominaya (42). Elena Tablada (36), sin su novio, Javier Ungría (35), lució un vertiginoso escote que no dejaba mucho lugar a la imaginación, y Julián Contreras (31) más delgado, nos contó que apenas tiene trato con sus hermanos, aunque sí ha felicitado a Cayetano por su paternidad.
Tan estilizada como siempre, la galerista más glamourosa de nuestro país sigue como freelance en el mundo del arte tras abandonar la dirección de Marlborough. No tuvo ningún inconveniente en hablar de lo que siente por Francisco Álvarez Cascos, su marido, que vive en Asturias mientras ella reside en Madrid.
María no quiere que Cascos vuelva a la política
"Llevamos seis años así. Claro que estoy enamorada, y mi relación con él es fenomenal. El hecho de pasar la mayor parte de la semana distanciados geográficamente no significa nada". A María, a quien ya no le molesta que especulen sobre su vida, “nos separan cada seis meses”, dice, se le ilumina el rostro cuando se le pregunta por su marido: "Es un profesional como la copa de un pino, y un tío serio, de palabra, de ese tipo de personas que nunca fallan a sus promesas".
Le aterroriza que pueda meterse en política a fondo de nuevo, pero no niega que es algo que pueda pasar: “Yo nunca me metería ni me he metido en las decisiones personales de ninguna de mis pareja. Pero ojalá no vuelva a meterse en política. ¿Si se portaron bien con él? Eso es algo que tenéis que preguntarle a él. Yo tuve la suerte de conocerlo cuando había dejado de ser ministro”.
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"No hago nada especial, mi cuerpo es genético"
María, altísima, sigue conservando el espectacular cuerpo que tanto llamó la atención cuando se supo que la hija de un comunista tan convencido que le puso por nombre María de La Hoz se convertiría en la tercera esposa de Álvarez Cascos. “No hago nada especial. Es una cuestión de genética. También ayuda que trabajo diez horas diarias, pero como todo lo que me da la gana, y no siempre sigo las mejores pautas de alimentación”.
Con respecto a la situación política que se vive en estos momentos, afirma estar preocupada por la situación: “Estamos viviendo un cambio de era. Nací en una dictadura y me he educado en democracia. Cuando murió Franco tenía cinco años y mi padre me llevó cuando votó la constitución por primera vez con él. Recuerdo que dijo: ‘hija que no se te olvide, con todos los defectos que tiene este sistema es el mejor del mundo’. Y tenía razón. Nos estamos jugando cosas muy serias. Y quiero dejarle a mi hijo un país mejor del que me entregaron a mí. Creo que nos estamos equivocando”.