Irene Villa (39 años) es una mujer luchadora y con mucha fuerza y acaba de demostrarlo de nuevo. Después de que el pasado jueves 22 de noviembre perdiera el bebé que estaba esperando y de que tuviera que ser intervenida para extirparle las trompas de falopio, afronta este último varapalo con mucha positividad. "Estoy bastante mejor. Mucho más animada que el jueves pasado que no podía para de llorar. Estoy asumiendo que el destino lo ha querido así. Los tres hijos que tengo son ya tres bendiciones y tengo que estar más que agradecida. Todo pasa por algo", ha asegurado en conversación telefónica con JALEOS.

"Afortunadamente no me ha dado tiempo a pasarlo mal pero es cierto que el jueves fue muy doloroso y el fin de semana he estado pasando el duelo y despidiéndome de mi estrella fugaz".

La ilusión de convertirse en madre de una niña se ha desvanecido. Según los médicos, ya no podrá tener más hijos de manera natural, pero ella siempre busca el lado bueno de las cosas: "Sí que es cierto que yo siempre había soñado con tener una niña, pero tengo dos sobrinas maravillosas y tres ahijadas, así que niñas siempre tendré a mi alrededor". "Siempre nos queda la adopción o la fertilización. Lo que pasa es que esto es cosa de dos y aunque yo quiera, mi marido tiene claro que con tres es más que suficiente", añade.

Irene Villa y su esposo Juan Pablo Lauro son padres de Carlos, Gael y Eric y reconocen, que aunque están encantados, no es fácil. "Gael y Eric se llevan 16 meses y a veces han sido como mellizos. Con pañales ambos, con biberones los tres todavía y dando noches regulares sobre todo los dos pequeños".

Ahora miran al futuro y están centrados en la recuperación de la escritora y periodista: "He estado en el médico y me ha dicho que va todo fenomenal. No hubo ninguna complicación en la operación por suerte y mi cuerpo responde fenomenal a todas las cirugías que llevo encima".

Su familia y sus hijos están siendo su mayor apoyo en estos momentos. También todos sus seguidores y personas anónimas que estos días han mandado mensajes de apoyo desde las redes sociales. A todos ellos, Irene les agradece las muestras de cariño recibidas. "Son muy necesarias. El amor cura, lo estamos sintiendo".

Embarazo ectópico

El mismo día que Irene Villa se enteraba que estaba esperando su cuarto hijo, los médicos le anunciaban que el embarazo tenía que interrumpirse al tratarse de una gestación fuera del útero (es lo comúnmente conocido como embarazo ectópico) y que tenían que extirparle las trompas de falopio. 

[Más información: Irene Villa pierde al bebé que esperaba]

Ese mismo día, la periodista tenía una conferencia en Bruselas, cita que no anuló. Como buena profesional, cumplió con sus obligaciones a pesar de no tener ánimo para nada.Ella mismo ha explicado que no es la primera vez que le toca motivar a los demás en uno de esos momentos menos buenos. "¡Cuántos de vosotros también habréis tenido que fingir alguna vez que todo está perfectamente!", escribía en su redes sociales.