Gustavo González (51 años) no está pasando por su mejor momento. Esta semana se ha hecho público que está tramitando el divorcio con Toñi, la mujer con la que se casó hace 30 años y con que tiene cuatro hijos.
Desde que se conoció la noticia, se ha visto al colaborador derrumbarse en Sálvame, ha hablado su amante, María la Piedra (33), con quien mantuvo una relación durante ocho años...
Sin embargo, hay una pregunta obligada tras conocerse una separación, y más cuando la pareja contrajo matrimonio en régimen de gananciales: ¿Cómo será el reparto patrimonial?
Hombre de negocios: su faceta desconocida
Uno de los aspectos menos conocidos de Gustavo, no por eso menos importante, es su faceta como hombre de negocios. Entre foto y foto, el colaborador de Sálvame ha dedicado parte de su tiempo a crear su propia compañía y a participar en la gestión de otras tantas.
¿El resultado? Un elemento más a tener en cuenta a la hora de realizar la repartición del patrimonio. La principal compañía a la que prestar atención es Cinco y una imágenes S.L., creada en 2003 para la gestión de su trabajo en la televisión y de la que Gustavo es administrador único. Según los datos que se desprenden del Registro Mercantil, aunque hace tiempo que la compañía no presenta cuenta de resultados, sigue activa ya que en marzo de este mismo año el paparazzo estableció su vivienda particular como domicilio social de la empresa.
Además de esta compañía, el colaborador de Sálvame ha formado parte del consejo de administración de otras tantas compañías, de las que solo dos siguen activas: Diegus SL (situada en Málaga y relacionada con la compra-venta de material audiovisual) y Rogon Comunicacion SL (también relacionada con la compra-venta de material audiovisual). Es interesante saber que el paparazzo tendrá que negociar sobre esta compañía cuando todavía no ha cumplido un año de vida (fue creada en febrero de 2017).
Dos viviendas: montaña y playa
A estas participaciones hay que sumar las dos viviendas que el paparazzi tiene en propiedad. Por un lado, la residencia familiar se encuentra en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Se trata de un modesto chalet, ubicado en un zona residencial de esta localidad, con una superficie de 255,17 metros cuadrados, que se suma al jardín de más de 30 metros, una parte fundamental si tienes hijos (como es el caso del colaborador).
No obstante, como todo buen español que vivió la época de la burbuja inmobiliaria, Gustavo también posee una vivienda en la playa que compró en 2011. Concretamente, este apartamento se encuentra en Canet d'en Berenguer, a las afueras de Valencia. El colaborador está muy unido a esta zona, ya que su ciudad natal, Cuart de Poblet (Valencia), se encuentra solo a 40 minutos en coche de esta casa.
Lo más importante, sus hijos
Como en todo divorcio, hay una parte que, exenta de toda culpa, siempre se ve afectada: los hijos. Gustavo y Toñi son padres de cuatro niños, de los que solo uno sigue siendo menor de edad.
Por eso, al drama que suele rodear a toda separación, hay que añadir la cuestión en torno a la custodia del pequeño. El tipo de régimen que finalmente resulte dependerá mucho de si el divorcio es amistoso o no, y de cuánto quieren ceder unos y otros.
Al final, una serie de aspectos que en los próximos meses terminarán por encontrar una respuesta que, por el momento, se encuentra en manos de Gustavo y de Toñi.