Uno de los tópicos más extendidos es el que señala que todo peluquero es homosexual. Algo que para alguien con un perfil más mediático puede llegar a resultar bastante fatigoso. Es el caso de Lluis Llongueras (81 años), que este domingo se sienta en Chester con Risto Mejide (43) para hablar de micromachismos y "machirulos".
"Cuando miro a un hombre no le veo la gracia, no me llama la atención... Pero hoy en día, que veo que la gente es más libre sexualmente, creo que si naciera de nuevo sería bisexual", confiesa el octogenario estilista.
Su amor por la mujer venía de cuna. Y es que el estilista más famoso de España nació rodeado de mujeres. "Mi madre tenía tres hermanas, fui el primer niño que nació en toda la familia. Cuando yo nací, fue como una fiesta. Iba de brazos en brazos.No tengo memoria de aquello, pero seguro que estaba feliz".
Hijo de una familia de modistos, Lluis pronto se interesó por la peluquería. Empezó barriendo pelos del suelo, pero su despegue cortando llegó casi por casualidad, haciendo domicilios: "En la peluquería lo que hacía era solo barrer el pelo e ir a buscar cafés para las clientas o buscar un taxi. No tocaba ni a una cliente, ni lavaba un pelo".
Un día, una de sus tías le dio unas tijeras y desde entonces no las ha soltado. "A la vecina le gustó el corte que le hice. Luego una amiga suya vino para que se lo hiciera igual, y ahí empezó todo".
Su profesión le propició sus primeros encuentros sexuales. "Cortes de pelo a domicilio. Además de hacer alguna permanente, había mucha mujer barcelonesa insatisfecha, y yo era joven... Llegaba agotado a casa".
Llongueras ha sido padre seis veces con dos mujeres distintas. Con la primera esposa, Dolores, se separó después de una etapa en la que se sentía un extraño en su propia casa. "No me sentía bien integrado, tenían un vida sin mí. Allí no era nadie".
La separación también provocó un terremoto en su empresa cuando sus hijos y su madre sumaron las acciones y le expulsaron del grupo. "No me lo dijeron a la cara. Solo me dijeron que querían llevar la empresa. Recibí un burofax en mi casa diciendo que estaba despedido".
Con su esposa actual, Jocelyn, se lleva 27 años. Son padres de tres hijos. "Pero sigo sin saber decir que no a una mujer. Nunca he sabido".