A las doce del mediodía de este miércoles las palabras de Cristina Cifuentes (53 años) se convertían en el foco de atención mediático más importante de la jornada. Y habló. Dio sus argumentos sobre el vídeo de la discordia que la señala como autora de un robo de cremas en Eroski y acto seguido dimitió. Sin embargo, el mensaje del día no solo estaba en sus declaraciones sino también en su calculadísimo estilismo.
Su total look de blanco inmaculado estaba exquisitamente cuidado para mostrarse ante España como una persona pura, sin 'manchas', casi virginal. Además, el fondo blanco que le acompañaba, debido al tono impoluto de las puertas y el de las paredes, daba la impresión de estar antes una puesta de escena muy celestial.
La política hacía su aparición con una leve sonrisa nerviosa y su vestuario se mimetizaba a la perfección con el fondo. El traje dos piezas está formado por una chaqueta tipo levita y pantalón fluido. La parte superior pertenece a la famosa marca low-cost 'made in Spain' más internacional: Zara.
Es una de las prendas estrella de la firma de Amancio Ortega que se puso a la venta hace justo un año y costaba alrededor de 70 euros. Fue una de las piezas de la temporada primavera/verano de 2017 que se agotaron enseguida, tanto en color blanco como en azul y rojo, las otras dos opciones que colgaban de los percheros de la empresa gallega. De hecho, Cifuentes también tiene la chaqueta colorada.
Pero la rueda de prensa en la que ha confirmado su dimisión no es la primera en la que luce la chaqueta blanca. Ya la utilizó para un día tanto o más difícil que el de este miércoles: su comparecencia por la investigación de corrupción del Caso Gürtel. Parece que el blanco y esta prenda es su talismán o escudo para enfrentarse a los momentos más polémicos de su carrera profesional.
Los otros looks de la polémica
Frente a la pureza del blanco intenso que Cristina Cifuentes ha escogido para su dimisión destacan otros estilismos de colores muy vivos que ha querido vestir la política en su mes horribilis. Rojos, fucsias, amarillos, turquesas y un solemne color negro han sido sus apuestas estilísticas de sus últimos actos públicos.
En la pasada Asamblea de Madrid donde sabía que era el foco de todos por su polémica con el máster de la Universidad Rey Juan Carlos se decidió por una chaqueta en tonos rojos y fucsia para que se la viera aún más. Un tono alegre y que demuestra excesiva seguridad en sí misma que contrasta con el total look negro que vistió para recibir el premio de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Para la cumbre del Partido Popular que tuvo lugar en Sevilla, en los primeros pasos de su revuelo mediático por el escándalo del máster, lució un estilo juvenil. Su estilismo estaba compuesto por unos pantalones vaqueros muy ceñidos y una americana de color amarillo con la que no pasaba inadvertida.
Tampoco se 'ocultó' estilísticamente hablando en la asamblea en la que tenía que dar explicaciones sobre la forma en la que obtuvo el máster. Para esa conflictiva cita eligió una prenda superior con uno de los cortes y diseños que más le gustan en tonos azul turquesa y rosa.