Kiko Rivera (34 años) ya puede respirar tranquilo. El hijo de Isabel Pantoja (61) ha obtenido el certificado de baja médica con el que justificar la cancelación de 17 conciertos pactados no solo con algunos ayuntamientos sino también con determinadas discotecas y salas de concierto a lo largo y lo ancho de España.
Según ha podido conocer JALEOS en primicia, Francisco José Rivera Pantoja ya ha enviado un parte médico oficial en el que un facultativo de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) le concede una baja de 180 días. En el documento, al que ha podido tener acceso este periódico a través de fuentes internas del Ayuntamiento de Güímar (Tenerife), "no se recoge ningún diagnóstico específico de enfermedad, ni tampoco del tratamiento que durante estos seis meses deberá recibir". Según el documento rubricado por Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, se espera que el próximo 23 de mayo, Kiko Rivera vuelva a revisión médica.
El pasado jueves 5 de mayo, Rivera comunicaba estar atravesando "por una depresión". Apenas 24 horas después informaba, a través de dos vídeos que se encontraba inmerso "en una serie de pruebas médicas". El hecho de que se haya precipitado en los términos ha despertado desconfianza no solo en los promotores sino también en los medios de comunicación, a los que en este tiempo les ha resultado altamente complicado acceder a las fuentes para cotejar una información que él mismo brindó hace ahora seis días. Lejos de arrojar luz a esta delicada situación, su esposa, Irene Rosales (27) ha llegado a declarar en una entrevista en exclusiva que "su doctor aún tiene que seguir hablando con él para conocer qué le pasa realmente".
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