Raquel Sánchez Silva (45 años), como casi todo el mundo, siente la necesidad de desfogar tensiones y preocupaciones y, para ello, acude a un sitio muy concreto: su gimnasio de confianza. Una gran amante del deporte desde hace años, tal como ha podido conocer JALEOS la presentadora acude con frecuencia a uno de los centros Metropolitan de la capital. Es su 'segunda casa' y el sudor, su mayor aliado.
De un tiempo a esta parte, es habitual ver a Silva, con las mallas y las deportivas puestas y los cascos conectados al móvil, quemando calorías y luchando por conseguir el cuerpo fibroso de que dispone. "De lejos se ve una mujer muy disciplinada", se asegura a este digital.
De todas las clases de que dispone el centro, ella "siente debilidad por el yoga dinámico". Según ha podido conocer este medio, la presentadora cuenta con un entrenador personal y es una deportista de ideas fijas; tiene claro lo que le gusta y aquella parte del cuerpo que quiere fortalecer.
"Es muy raro verla en máquinas, ella opta por otro deporte más de cuerpo-mente", desliza alguien que coincide con ella y que confiesa no ser capaz de seguirle el ritmo. Eso sí, como buena comunicadora, "no se despega mucho del teléfono", seguro que pendiente de la actualidad. Tiene claro a lo que va al centro deportivo y, aunque podría acudir con su pareja Matías Dupont, no se permite distraerse mucho. Sudar la gota gorda es su meta y se toma muy en serio el deporte, tanto que suele 'machacarse' "cerca de dos horas diarias". Lo cierto es que Raquel no oculta su debilidad por el deporte y en sus redes sociales es habitual ver imágenes de ella corriendo, haciendo estiramientos o buceando. El deporte, el amor, la televisión y la moda -es la presentadora del exitoso programa Maestros de la costura-, ocupan su tiempo y su vida.
Parte de su pasado ha vuelto
El pasado 30 de mayo era el aniversario de una muerte muy dolorosa para Raquel, la del que fue su marido, el operador de cámara Mario Biondo, que perdía trágicamente la vida en 2013. Entonces, en España se consideró que Mario se había quitado la vida voluntariamente, y a su caso se le otorgó la categoría de 'suicidio', una hipótesis que la familia del siciliano nunca creyó. Todo lo contrario, la del asesinato es la teoría por la que los Biondo, todavía hoy, luchan, pugnan y defienden con uñas y dientes.
La última novedad en cuanto a este espinoso caso es que la querella interpuesta por la familia de Biondo contra el forense ha sido admitida a trámite. Tal como confesó Santina, la madre de Mario, a JALEOS, no se cansará hasta conocer la verdad: "No tengo miedo, ya me han hecho el peor mal ¡Nunca me rendiré, para detenerme, también tendrán que matarme!" Pese a que Raquel en estos años ha rehecho su vida sentimental y ha tenido mellizos, parece que el pasado no está dispuesto a desaparecer.
Menos mal que tiene a su lado a Matías Dumont, un productor audiovisual argentino que estuvo al lado de Raquel en su momento más difícil y consiguió que recuperara la sonrisa.
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