Begoña Gómez repite con el negro y se confirma como la primera dama discreta
La mujer de Pedro Sánchez vuelve a vestirse de su color fetiche y demuestra, una vez más, su apuesta segura por un estilo sencillo.
5 julio, 2018 09:22Noticias relacionadas
Begoña Gómez (43 años) acudió el pasado miércoles 4 de julio a una de las pasarelas benéficas más importantes en la capital madrileña. Fue la invitada de honor al desfile de Juana Martín, un espectáculo de moda organizado en favor de la investigación contra el cáncer. La mujer de Pedro Sánchez (46) volvió a escoger el negro, el que parece ser su color ideal.
Una primera dama muy discreta hacía su aparición con un vestido en el color habitual en ella, de largura media, por encima del tobillo y que combinó con un blazer de corte clásico en tono camel. En sus pies, unos salones de tacón, también en negro.
No es la primera vez que se le puede ver luciendo este tono apagado y, probablemente, no será la última. Las apariciones de Begoña desde que se convirtió en primera dama han confirmado su pasión por las prendas negras. La primera imagen pública que salió a la luz tras la histórica moción de censura fue una de ella con un traje azabache combinado con una blusa en blanco.
Aquella era la fotografía más esperada y ella lo sabía. Sus looks siempre han seguido un mismo patrón y lo demostró de nuevo en su primera acto oficial como primera dama. Ocurrió también en un acto benéfico, esta vez, en favor de los niños albinos de Tanzania.
Para aquel 27 de junio, Begoña vistió un vestido ceñido al cuerpo, de largura media y con un escote en pico. Esta vez también lo combinó con una blazer -en el mismo tono- en el que destacaba un marcado cuello satinado.
La mujer del presidente del Gobierno siempre ha destacado por su discreción, hábito que se confirma con su ropa. La elección constante de este tono apagado no es casualidad y sí la confirmación de su deseo de no ser el centro de todas las miradas. Este hábito no se limita a sus apariciones como primera dama oficial, también lo hacía cuando su marido era la cabeza de la oposición. Prueba de ellos son su posado en la última gala de los Goya.
El negro, un esencia en su armario y una baza para la discreción. Begoña confirma así su idea de no llamar la atención en los actos a los que acude tras convertirse en la primera dama.
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