El 11 de julio de 2018 es un día rojo marcado a fuego en el calendario personal de Teresa Lourdes Borrego Campos (52 años). Terelu, para público, familia y amigos entra en quirófano este miércoles para ser intervenida de un tumor maligno ubicado en su mama izquierda. La Fundación Jiménez Díaz vuelve a ser el centro clínico elegido para su operación tras haber pasado por él en el año 2012, en la lucha contra su primer cáncer.
En la coordinación y a la cabeza de todo el proceso se encuentra su ángel de la guarda, su oncólogo, Francisco de Asis Lobo Samper, en quien Terelu tiene depositada toda la confianza al igual que ya hiciera seis años atrás cuando fue intervenida de un carcinoma maligno en el pecho derecho.
Francisco Lobo Samper, su bálsamo ante el abismo
"La paciente Dña. Teresa Borrego Campos presenta un nuevo tumor primario en la mama izquierda por lo que será intervenida en los próximos días en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. El proceso está siendo coordinado por el doctor Francisco Lobo", informaba José Ángel Cortés Márquez, director del área privada de la Fundación Jiménez Díaz, en el comunicado con el que se daba a conocer este nuevo varapalo personal para la hija de María Teresa Campos (77).
Francisco de Asis Lobo Samper es un afamado médico oncólogo, jefe de Servicio del área de oncología de la Fundación Jiménez Díaz y profesor de la Facultad de Medicina correspondiente de la Universidad Autónoma de Madrid desde hace más de 20 años. La propia Terelu revelaba en su libro la importancia de la figura de Lobo. En Terelu Campos, frente al espejo (Plan B), escrito por su íntimo amigo y expareja, el periodista Kike Calleja (36), la presentadora detallaba:
"Entro en el quirófano el 18 de enero de 2012. Encuentran pocas células afectadas. Pero, aún así, hay que empezar con la quimio y la radioterapia. Te vas a dar la primera sesión y quieres sabes qué te va a pasar. Escuchas tantas cosas... Cada persona es un mundo, un caso independiente. No obstante, también empiezas a pensar en los posibles problemas: ¿se me caerá el sistema inmunológico? ¿Me tendrán que ingresar?", se preguntaba Terelu en la más profunda desesperación.
"Todas esas dudas se las traslado al doctor Francisco Lobo, mi oncólogo, a quien estoy tan agradecida por su seriedad y rigor; pero también por sus momentos de comprensión, de afecto, de cariño. Por no alarmarme y por tranquilizarme, que es lo que más necesitas en esa situación. Tienes que vender como sea a un enemigo invisible, silencioso: el miedo".
Y lo volverá a hacer y lo volverá a demostrar. "Esperanzada y asustada", confesaba estar en su última entrevista en Sábado Deluxe. Con los cuidados de sus guardianes sanitarios y el calor de los suyos, Terelu vivirá un incierto déjà vu del que esperamos salga, de nuevo, triunfante y victoriosa.
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