Después del verano, la alta sociedad madrileña y andaluza se vestirá de gala para asistir a uno de los casamientos más destacados de la temporada, el que unirá las vidas de Silvia López-Madrid y Pablo Valdenebro. Dicho de otro modo, la hija del 'compiyogui' de la reina Letizia (44 años), Javier López Madrid (49), y el vástago del rejoneador Luis Valdenebro. Ambos pasarán por el altar el próximo mes de septiembre, tal como publica la revista ¡HOLA!.
Jóvenes, atractivos y pertenecientes a importantes sagas familiares de la sociedad, el futuro matrimonio se promete absolutamente feliz e ilusionado ante este importante paso en sus vidas. Un casorio que, todo indica, cuenta con el beneplácito de las familias. Pese a su temprana edad, ambos heredaron de buena mano el espíritu empresarial. Por su parte, Silvia procede de una regia extirpe de negociantes. Su abuelo paterno, Germán López y Pérez Castrillón, fundó la importadora de una conocida automotriz en España, mientras que su abuelo por parte de madre, Juan Miguel Villar Mir (86), levantó la construcción OHL.
Con estos antecedentes, no era de extrañar que la joven se decantara por el mundo de las finanzas en un principio. Estudió Administración y Dirección de Empresas en el prestigioso Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), después de haber dedicado algunos años al mundo de la banca y la consultoría. No obstante, pronto se dio cuenta que ahí no se encontraba su futuro, sino en el interiorismo. En 2016 se asoció con su amiga Claudia Güell -arquitecta de profesión- y fundó Estudio Akebia, su propia firma de diseño de interiores.
En lo que respecta al novio, Pablo forma parte de una vasta dinastía de Andalucía: la familia Valdenebro. Su progenitor, el rejoneador Luis Valdenebro y Halcón, amén de marqués de Jódar, regenta una de las ganaderías más célebres, Jódar y Ruchena. Sin embargo, el abolengo de la saga viene de más atrás: su abuelo, Enrique Valdenebro, marqués de Ruchena, era uno de los hombres más queridos de Sevilla, amigo de los grandes diestros de su tiempo. Pablo, al igual que su futura esposa, tampoco ha seguido la tradición familiar. Estudió Administración y Dirección de Empresas y trabaja en el mundo de las finanzas, en el sector de la banca.
El padre de Silvia: el infierno de las tarjetas black
El 20 de abril de 2017 la vida del padre de Silvia López-Madrid cambió para siempre. El denominado compiyogui de la reina Letizia fue detenido en el marco de la Operación Lezo por haber pagado un millón de euros en comisiones al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González (56). La relación de confianza con la mujer de Felipe VI, nacida entre los pupitres y cuadernos del colegio Los Rosales, comenzó a quebrarse en 2014.
Ese año salió a la luz la polémica de las tarjetas black de Caja Madrid, en la que el nombre de López Madrid apareció como uno de los investigados. La reina Letizia quiso entonces apoyar al amigo de su marido, con el que compartía afición al yoga. Pero el descalabro mediático, social y judicial de López Madrid no había hecho nada más que empezar. La dermatóloga Elisa Pinto le denunció poco después por acoso, amenazas y coacciones, llegando a afirmar que había sido apuñalada incluso por culpa del enfrentamiento que mantenía con el empresario.
A López Madrid, hasta aquel momento confidente y compañero de juergas de Felipe VI, aún le quedaría una mancha más que se suma a su ya de por sí extensa lista de escándalos judiciales: el pago de comisiones al Partido Popular y la presunta financiación del grupo de Madrid. Según desveló EL ESPAÑOL, el empresario hizo entregas de dinero con el objetivo de costear las obras de reforma de la primera planta de la sede del partido en la madrileña calle Génova.
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