"Lleva años padeciendo", con estas palabras empieza la conversación con Pepa Beltrán, participante de la edición número doce de Gran Hermano. La exconcursante se refiere a Julia Valverde, compañera de reality que está sufriendo uno de sus peores momentos por culpa de un problema con su hermana que ha acabado en manos de la polícia.
Julia, conocida por ser la primera mujer gitana en entrar al concurso, fue detenida en la Mallorca por echar a su hermana de casa y obligarla a vivir en el portal de su edificio durante ocho semanas. Las dos vivían en la casa materna pero los constantes problemas en los que se veía inmersa como consecuencia de los conflictos que causaba su hermana, obligaron a esta 'gitana moderna' -como se dio a conocer en el programa- a expulsarla del hogar.
Pepa habla con JALEOS para trasmitir el pesar de su compañera por la situación en la que se ha visto inmersa tras su detención. "Julia está destrozada y preocupada", explica con la pena en la voz.
Se hace cargo de las palabras que le ha trasmitido la propia Julia después de su detención. "No puedo creer lo que me está pasando", testimoniaba a su amiga. La ex gran hermana se ocupaba de su hermana siempre que podía ya que, según confirmaron a este medio, padece "una esquizofrenia violenta" que ocasionaba constantes problemas entre las dos hermanas.
Fue el propio hermano de ambas, Paco, quien denunció a la policía cuando se enteró de que la joven estaba viviendo en el rellano de la casa. Pero parece que la relación entre el hombre de la familia y Julia hace tiempo que se había enfriado. "Hace ocho años que él no habla con ellas, pasa de la hermana y no se ocupa de ninguna", denuncia al otro lado del teléfono.
La preocupación de sus compañeros ha sido tal que desde su grupo de WhatsApp, en el que se encuentran 65 exconcursantes, se han volcado para apoyar a Julia. Un conjunto de amigos que desconocían la información pero que al hacerlo no han dudado en darle su apoyo.
Julia dedicó su vida después de Gran Hermano a trabajar para poder mantener a su familia tras el fallecimiento de su madre, que perdió la vida cuando ella estaba sumergida en la emisión del programa. Tras su paso por la televisión patria, la mallorquina trabajaba como limpiadora de hogar, empleo que aún mantiene y que compagina con sus actuaciones como cantaora en su ciudad natal. "Ella lo practica siempre que su comunidad le deja, porque ser mujer gitana y ser moderna hace complicado que la acepten", confiesa su compañera.
El universo GH se ha volcado para apoyar a Julia. Algunos de los participantes más famosos de su edición han querido mandarle mensajes de apoyo y realzar su persona más allá de la detención. "Es una de las personas más buenas y colaboradoras que he conocido", apunta Cathaysa Mogollón, compañera de edición.
"Es una mujer valiente, luchadora, alegre y trabajadora, que siempre se ha comportado de forma buena y excelente", continúa su amiga de programa. Sus compañeros del reality show hacen hincapié en que Julia "ha tenido una vida muy dura" al estar siempre en el ojo del huracán por su participación en el programa y por hacer de su forma de ser una vida de independencia femenina.
El conflicto que ha vivido con su hermana le ha traído el último de sus quebraderos de cabeza pero no el primero. Su convivencia en la barriada Corea no ha sido fácil. Julia vive en un humilde distrito de Palma de Mallorca, allí mantiene una buena relación con los vecinos que "la adoran". Pero se siente en medio de una problemática con el mundo gitano, y que, según confirma Pepa, "solo quiere que se olviden de ella".
Sus compañeros la definen como "una persona cariñosa, una trabajadora incansable y muy valiente", palabras que ahora chocan con la situación que vive tras la detención por parte de la Policía Nacional.