Antes de entrar en Gran Hermano Vip, Oriana Marzoli (26 años) y su entorno más cercano aseguraban que la joven iba a ser la ganadora de la nueva edición del reality. Pero nada más lejos de la realidad, pues la concursante no ha aguantado ni dos días antes de abandonar.
La noticia tampoco ha sorprendido mucho a los seguidores de este tipo de programas, y es que no es la primera vez que la joven abandona un concurso. La que se considera la reina de los realities (término que ella misma ha usado para nombrarse) tiene la peculiaridad de no aguantar en ninguno de los concursos en los que participa.
Durante la emisión de Sábado Deluxe, se hizo una conexión con la casa de Guadalix en la que la joven aseguró: "Estoy como cansada, necesito un tiempo y dejar los realities. Me quiero ir ya y sé que con esto ningún programa me va a tomar en serio, pero no puedo. Siento que estoy defraudando a todos y estoy decepcionada conmigo misma”, se justificó.
Abandono en 'Supervivientes' (dos veces)
Para encontrar su primer abandono hay que remontarse a 2014 cuando participaba en Supervivientes. Era su primera vez en un programa de este tipo, y ella pensaba que iba a estar tomando el sol y comiendo 'frutita', como había visto que habían hecho en ediciones anteriores, según declaró posteriormente. Entraba decidida a ganar el reality y antes de llegar a la isla esgrimía frases del tipo: "No pienso abandonar nunca".
¿La realidad? La primera noche la venezolana ya estaba llorando y quejándose de las condiciones en las que vivían. "Yo no creía que esto fuera a ser así. Lleva lloviendo un día entero y no sabía que no me iban a gustar los cocos, que me han dado arcadas".
Solo tres días después de desembarcar en la isla, durante la primera conexión con el debate de Supervivientes Oriana hablaba de su situación: "Estoy muy débil y lo estoy pasando fatal. Me da mucha pena pero no puedo seguir así".
Todos los concursantes aseguran que los primeros día en la isla son los más duros, pues hay que acostumbrarse a las nuevas condiciones en que tienen que vivir. Desde el programa le mandaron ánimos y ella parecía que iba a aguantar. Pero un solo un día después anunciaba su abandono definitivo: "Yo me quiero ir y es mejor que cuando yo quiero hacer una cosa, la haga porque me conozco. Si no me voy de aquí, me voy a volver loca. Me voy a tirar al mar y me voy a ahogar", confesaba.
Una vez en el plató de España el público la recibió fríamente y ella no dudó en realizar declaraciones que dejaron con la boca abierta a más de uno: "Lo que peor he llevado ha sido verme las uñas tan feas. Soy muy maniática con las uñas, aunque la comida también me lo ha hecho pasar mal".
Una mala experiencia que habría disuadido a la cadena de volver a llamarla para el programa y a ella misma de ir a la isla. Pero en 2017 el público recibió la gran sorpresa: Oriana era una de las concursantes elegidas ara viajar a Honduras.
La venezolana era consciente de que no había sido la mejor participante en el reality anterior, y llegaba a Honduras con el objetivo de redimirse. Pero si su concurso anterior ya había recibido numerosas críticas, en esta nueva edición batió todos los récords: abandonaba la isla 12 horas después de llegar.
La joven tomaba esta decisión tras tener un gran ataque de ansiedad y pedir que la evacuaran. "Esto es para verdaderos supervivientes, no para gente como yo”, aseguraba para añadir entre lágrimas que "no tenía que haber venido".
"Me doy veinte veces contra la misma piedra. Supervivientes es la peor experiencia de mi vida. Yo estoy hecha para trabajar en un plató, no estoy hecha para estar en la naturaleza”, comentaba en pleno ataque de ansiedad.
El único programa que no ha abandonado, sino que fue expulsada, fue el reality chileno Doble tentación. A solo una semana de que terminara el concurso, Oriana desató su ira tras mojarse el pelo en una de las pruebas. Una actitud violenta que no aguantó la organización que comunicó a la venezolana y a su entonces novio que estaban expulsados.
Gran Hermano, su última oportunidad
Ante este currículum, fueron muchos los que se extrañaron de que la venezolana fuera una de las elegidas para entrar en la casa de Guadalix. Voces que avisaban de que había muchas probabilidades de que la joven abandonara el programa al poco de entrar.
El hecho de estar en una casa donde no había vegetación, cocos y podía mantener cuidadas la uñas daban alguna posibilidad a Oriana. Pero su entrada en la casa tiró por tierra todas sus esperanzas: la casa estaba revuelta, sucia y con animales en su interior.
Solo dos días después de entrar en el reality ha anunciado su marcha esgrimiendo que echa mucho de menos a "una persona muy especial" con la que mantiene una relación desde hace un mes. "Ni siquiera quiero ver a mi madre, solo tengo ganas de abrazar a una persona", aseguró en dos ocasiones.
Un nuevo abandono que se suma a su currículum, ante el que tendrá que pagar una multa más que considerable y que le cierra las puertas a un próximo reality.