Begoña Gómez (43 años), la esposa de Pedro Sánchez (46), lo tenía todo preparado para su primer encuentro con  Donald Trump (72) y  Melania Trump (48). Para la ocasión escogió lo que parecía una apuesta acertada: un traje con un guiño a la bandera americana y a la primera dama estadounidense por ser un Delpozo, una de sus firmas fetiches.

Pero hoy en día nadie se libra de la polémica, y ella no ha sido menos. Al poco de conocerse los 2.300 euros que cuesta este traje, han sido muchos los que han puesto el grito en el cielo por este gasto tan alto. JALEOS te descubre todos los detalles sobre el vestido de la controversia. 

El vestido pertenece a la colección Pre-Fall 2018 Belleza Capturada de la firma española. Con estas piezas Josep Font, el director creativo de la marca, trataba de recrear la belleza de fotografías de paisajes modernos de Franco Fontana y las imágenes de aves de Luke Stephenson. Intentaba recrearlo a través de "texturas fluidas con tul de seda, sello de Delpozo, y expandiéndose con nuevos tejidos como un cremoso cashmere y un cálido crepe de Chine (como el traje de Begoña), con un estampado de flor de hibicus". 

Una colección donde priman las líneas geométricas y los contrastes de colores que consiguen piezas vibrantes y llenas de energía, elegantes a la par que llenas de vida para una mujer moderna como la primera dama española. 

En cuanto al tejido, el vestido de Begoña está realizado en nuestro país 100% en lana, que aún así consigue evitar la rigidez propia de esta tela con una caída llamativa que da un toque distinto a la falda asimétrica que cae hasta tres cuartos de la pierna. 

Pero el elemento principal del traje, sin duda, son las líneas geométricas que comienzan en la zona del pecho y que bajan en paralelo hacia los extremos del vestido consiguiendo ensalzar la figura femenina. 

Polémica servida

Este vestido ha generado una gran polémica entre los usuarios que han visto en este traje de 2.300 euros un derroche por parte de la primera dama. 

Un precio elevado ante el cual surge una pregunta obligada: ¿De dónde procede el dinero para comprar ese vestido? ¿Lo ha pagado Begoña, los contribuyentes o ha sido un regalo de la marca?

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