Hacienda reclama a Mario Vargas Llosa (82 años) una suma cercana a los 2,1 millones de euros. Tiene una deuda con la Dependencia Regional de Recaudación Especial de Madrid de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, según publica Vanitatis.
El premio Nobel recibió la notificación durante las vacaciones en Maldivas, donde disfrutaba unos días en el complejo Cheval Blanc Radheli junto a Isabel Preysler (67). Sin embargo, aunque el escritor no estaba de acuerdo con lo que se le reclama, sus abogados le aconsejaron mantener la deuda suspendida para evitar que entrara en fase ejecutiva.
Con esta medida, Mario Vargas Llosa y sus letrados han conseguido tiempo para pleitear contra Hacienda a través de la vía administrativa, con el objetivo de demostrar que tienen que pagar dicha cantidad reclamada.
No obstante, para conseguir que una deuda con Hacienda se suspenda, Llosa ha tenido que pedir una hipoteca privada con el fisco por la cantidad que se le reclama y poner como aval las escrituras de su casa en Madrid. Se trata de la vivienda que posee en el barrio de los Austrias, en pleno centro de la capital.
Esta vivienda, que fue durante muchos años el hogar del matrimonio Mario-Patricia, no se encuentra a nombre del premio Nobel, aunque tampoco de su exmujer. El titular de esta propiedad es la sociedad holandesa Jurema BV, cuyo mayor accionista es el escritor.
La casa madrileña del escritor podría haber recurrido a este mecanismo porque está muy extendido el uso de Holanda como un puente hacia paraísos fiscales, según declaraciones de un experto al digital que ha desvelado los problemas de Vargas Llosa con el fisco.
Mario, a un paso del altar con Preysler
La noticia de sus dificultades con Hacienda llega en un gran momento personal para el escritor junto a Isabel Preylser. Hace solo una semana se conocía que el peruano había conseguido firmar los papeles de divorcio con Patricia Llosa, quien fuera su pareja durante más de 20 años.
Era un paso clave para la pareja más cotizada del momento, ya que dejaba la vía libre para contraer matrimonio. Sin fecha en el horizonte y nada más que rumores a su alrededor, es una posibilidad lejana pero que tampoco suena extraña. Sería la tercera boda para el premio Nobel y el cuarto matrimonio para la filipina.
[Más información: Pillamos a Isabel Preysler bailando con un hombre (y no es Mario Vargas Llosa)]