Cuatro años se cumplen este martes 20 de noviembre desde que Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, dijera adiós para siempre. En este tiempo de ausencia, los problemas entre sus seres queridos, incluyendo a sus seis hijos, sus amigos y su viudo, Alfonso Díez (67), no han hecho más que agravarse.
Una guerra de intereses y sentimientos que dura hasta estos días y que no les permite siquiera consensuar un día y una hora para recordar juntos, una vez al año, a quien fuera una de las mujeres más queridas de España y con más títulos nobiliarios en el mundo.
Según ha podido saber este periódico, los familiares han organizado una misa en recuerdo de Cayetana este martes a las 20 horas de la tarde en la Hermandad del Cristo de los Gitanos. "Yo voy a ir, allá cada uno con su conciencia", afirma Carmen Tello (63) a JALEOS. Los asistentes a la eucaristía son aún un misterio, aunque tal y como ha confirmado este medio Cayetano Martínez de Irujo (55) sí acudirá. "Sí, yo estoy en Baráibar y cojo el avión este lunes por la noche". A la pregunta sobre la asistencia del resto de sus hermanos, el duque de Arjona desliza que "yo sí iré, esta noche vuelo a Sevilla. Es lo único que le puedo decir".
Este medio de comunicación ha intentado contactar con el resto de hijos de la duquesa para confirmar su asistencia pero han declinado hacer declaraciones. A la dubitativa asistencia de los cinco hijos restantes que son Cayetano, es decir, Carlos (70), Alfonso (68), Jacobo (64), Fernando (59) y Eugenia (49) cabe destacar la confirmada presencia de Alfonso Díez, Carmen Tello y su marido, el torero Curro Romero (84).
En conversación con la que fuera su incansable compañera y confesora, Tello declara que "yo voy a ir y sé que va Alfonso va a ir porque está aquí en Sevilla. Ha ido a una cosa que hay este lunes de mi marido y este martes irá a la misa de Cayetana. Ya lo demás... No hay más homenaje que la misa del cuarto aniversario de su muerte". Pero, ¿y los hijos de la duquesa? "No sé si están confirmados sus hijos, ni idea. Solo sé que la misa de Cayetana está anunciada en el periódico e irá quien quiera o quien pueda".
Pero, ¿acude Carmen en calidad de invitada o lo hace motu proprio? "No me han invitado", responde a este medio. "Pero porque a las misas no se invita. Quien quiera o pueda, va, y el que no, no. No es una boda, es una misa y cada uno es libre de ir. Se va a celebrar en el santuario de los Gitanos. Yo como amiga de ella claro que voy a ir como todos los años. Allí va todo el que quiere. Si informan en un periódico de que mañana hay una misa para los creyentes que quieran rezar por su alma pues por supuesto yo iré. Me da igual quien vaya, allá cada uno con su conciencia y con lo que quieran hacer".
Su relación con el último marido de la duquesa siempre ha sido excelente, algo que Tello reafirma: "Una relación estupenda. Él está aquí en Sevilla, mañana -martes- se queda a la misa y se va pasado mañana. Él siempre viene. Él no puede faltar a eso tampoco. Los últimos años de su vida vivieron aquí, ella está enterrada aquí...".
La ausencia de Cayetana
La duquesa de Alba era el nexo de unión de sus seis hijos, sus cónyuges y sus nietos. Una matriarca que jamás quiso conflicto entre sus vástagos y mucho menos por cuestiones económicas. De ahí que repartiese su herencia en vida. Un equilibro y una presencia que en estos días se extraña y que su amiga Carmen no duda en recordar:
"Se extraña mucho. Tantos años que hemos estado con ella, y todo el cariño y la generosidad con que nos ha tratado a todos... La echamos mucho de menos. Han pasado ya cuatro años y lo que hacemos es recordar todo lo bonito que hemos vivido con ella. Sobre todo los que tuvimos la suerte de conocerla muy de cerca".
El quiebre entre hermanos y la polémica del monumento
La muerte de la duquesa de Alba supuso la ruptura definitiva entre algunos de sus hijos, que en alguna ocasión no dudaron en confesar la situación en la que se habían vistos expuestos por decisión de otros con más 'poder' por cuestión dinástica al haber nacido antes. Tal es el ejemplo de Cayetano, que llegó a afirmar que su hermano mayor Carlos lo 'invitó a marcharse' del palacio de Liria: "Mi hermano me invitó a que me fuera [...] porque necesitaba mi zona del palacio para sus hijos".
Ídem respeto a la relación con su hermana pequeña, Eugenia, sobre quien contó que "intenté ser padre, hermano y amigo. A lo mejor fallé un poco en todo. [...] Algo se ha roto dentro de ella con respecto a mí. Me gustaría que confiara más en mí como antes", relató para la revista Vanity Fair.
Si bien parecía que en los últimos tiempos la situación estaba más calmada, el monumento en homenaje a Cayetana erigido hace unos meses volvió a exhibir los problemas internos entre los hermanos. Ahora los dedos señalaban a Jacobo: "En su día decidimos repartir la cantidad que quedase por pagar entre todos nosotros aportando cada uno lo que pudiese. Todos hemos aportado lo que hemos podido menos mi hermano Jacobo, que no ha colaborado con un solo céntimo. Para acabar con esto de una vez, he decidido pagar los 2.000 euros que faltaban por pagar al marmolista", aseguró Cayetano, que añadió: "He colaborado con 14.000 euros; mis 12.000 y los 2.000 que pensábamos que pagaría él pero que finalmente no ha sido así. Una pena".
Este martes 20 de noviembre, familiares y seres queridos de Cayetana se reencontrarán en la iglesia donde permanecen sus restos. Un año más de tensión y frialdad para "rezar por el alma" de una figura eterna cuatro años después de su último adiós.
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