Fernando Martínez de Irujo (59 años), el cuarto hijo de la duquesa de Alba, se ha pronunciado tras las polémicas declaraciones de su hermana Eugenia (50) en relación al segundo marido de su madre, Jesús Aguirre. "Yo he sido siempre más conciliador con las situaciones complicadas. Jesús era un hombre muy retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba si nos quejábamos, con lo cual prefería mantenerme al margen. Una actitud diferente a las de mis hermanos pequeños. Sobre todo Cayetano, que con él fue muy duro", ha confesado a Vanitatis.
Si bien es cierto, Fernando también apostilla que él no habría abordado ese tema a estas alturas, aunque respeta la decisión de su hermana pequeña: "Han pasado diecisiete años y no sé si era momento para arreglar cuentas. [...] Yo no lo habría hecho, pero reconozco que Jesús no fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas".
Todo comenzó el pasado domingo. La duquesa de Montoro hacía una terrible confesión en el programa Planeta Calleja respeto al segundo marido de su madre, Jesús Aguirre, el hombre con el que convivió durante más de veinte años. "Aguirre era cero humano. Malo, muy malo. A mí me dijo unas cosas con once años que se me quedaron grabadas y todavía las tengo. [...] Me llamó a su despacho y primero me dijo que si vivíamos en casa era todo gracias a él, si seguíamos viviendo en nuestra casa. Entonces, claro, como empezó tan desagradable, yo que tenía once años, me puse a llorar. Es que se me caían las lágrimas".
Y concluyó con algo que dejó sorprendido al presentador, Jesús Calleja (53): "Aguirre me dijo que entendía que estuviese llorando porque mi madre estaba mala del corazón, que jamás ha tenido nada del corazón, y que le quedaba muy poco de vida, y cuando le pasara algo que tuviera en mi conciencia que la culpa era mía
Fue Cayetano Martínez de Irujo (55) quien ya dio alguna pista de esta delicada situación familiar en el documental Lazos de sangre que rendía homenaje a la saga de los Alba. "Imagínate, me engañan con la muerte de mi padre, me rebelo, digo que se acabaron las nannies. No quería más dictaduras sin explicación y de la forma que fue la última, que fue durísima. Y cuando me rebelo, al año siguiente o en ese mismo año, a los 15, cuando digo que se ha acabado esto, llega Jesús Aguirre. Y me coge y me dice que yo ahí bajo su mando... Bajo el mando de nadie, yo ya voy a coger mi propio mango por mucho que me cueste en la vida y así fue", desvelaba el conde de Salvatierra.
"Jesús Aguirre intentó ser implacable conmigo. No pudo porque conmigo chocó frontal. Y al final fue una etapa muy difícil hasta que fui cuando más mayor donde me reconcilié con todo y él también cambió de actitud conmigo porque cuando eres mayor de edad dices: 'Hasta aquí hemos llegado o cambiamos o...". En lo que tanto Cayetano como Eugenia coinciden es que nunca entendieron ni llegarán a entender la pasión de su madre con Jesús Aguirre hasta el final de sus días.
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