Carmen Sevilla (88 años) permanece ingresada de forma indefinida en la prestigiosa residencia de Aravaca Orpea (Madrid), donde lleva ingresada más de tres años y medio. Su hijo, Augusto Algueró fue quién tomó la decisión, para que así estuviese mejor cuidada y totalmente atendida. JALEOS ha hablado con Luis Méndez, que fue su representante durante los últimos diez años, y que, además, conoce a la perfección a la familia de la artista.

"Carmen ha sufrido un gran deterioro, tanto físico como mental. Ya no puede comer sola. Está todo el tiempo sedada y con una sonda gástrica", confiesa el representante, que fue el que en su día acompañó a la actriz en su primera visita al neurólogo: "Ella nunca ha tenido buena memoria, pero nos dimos cuenta de que algo fallaba", revela. Este confiesa sentir mucha pena por ella, y sobre todo por sus familiares, entre los que se encuentran Angelines y su hijo Augusto, con el que habla con mucha frecuencia. La que fue su persona de confianza asegura a este periódico que ya no ha vuelto a acudir a la residencia porque "no merece la pena y es muy duro porque ella no es consciente de nada". 

Por lo que parece las navidades no pintan muy especiales para la familia, que, como cada semana, irán a visitarla en las fechas señaladas. Dado que Carmen Sevilla no es consciente absolutamente de nada de lo que le rodea, no harán nada significativo. Su único hijo sabe y conoce a la perfección lo duro que es pasar por algo así, y "no ha terminado de acostumbrarse", ya que sufre más el entorno cercano que el propio enfermo. De ahí que las visitas estén restringidas a familiares íntimos y a su amigo de toda la vida, Moncho Ferrer.

Está alojada en un apartamento privado y exclusivo para ella. A pesar de tener un tamaño pequeño, pertenece a la modalidad más exclusiva de la residencia. En los escasos metros cuadrados de su hogar, que nada que tienen que ver con su gran casa frente al templo de Debod (Madrid), la artista cuenta con todos los lujos y comodidades que pueda necesitar, además de un servicio de vigilancia y atención de 24 horas. Un extra que su hijo quiso contratar para asegurarse de que a su madre no le faltara de nada.

Pero, afortunadamente, ni el tiempo ni la enfermedad puede borrar cada uno de sus éxitos profesionales, que son muchos. Protagonizó el primer largometraje español candidato a llevarse el Oscar en la categoría de habla no inglesa. Trabajó con el actor internacional Charlton Heston. A pesar de que conoció personalmente a Gary Cooper y de que, a su vez, fue capaz de enamorar a Frank Sinatra, no 'cayó en las redes' de Hollywood y optó por quedarse en España haciendo cine y cuidando de su único hijo, tras romper con el padre de este en 1974. Pero, si hay algo que los espectadores de todas las edades recuerdan, es su etapa como presentadora del Telecupón, con la logró traspasar la pequeña pantalla y hacerse querida por toda España.

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