María Teresa Fernández de la Vega (69 años), ex vicepresidenta del Gobierno de España, ha viajado hasta Letonia para tener una reunión con el primer ministro saliente, Maris Kucinskis (57), y ha sorprendido con un rostro completamente irreconocible.
En su aparición ante la prensa, ha llamado la atención el aspecto artificial que presenta quien fuera la mano derecha del presidente José Luis Rodríguez Zapatero (58). Hinchada, con los ojos hundidos y sin apenas movilidad, todo apunta a que se ha sometido a una intervención de cirugía estética para mejorar y eliminar imperfecciones y arrugas.
En cuanto la reunión ha llegado a su fin y las fotos se han publicado en los diferentes medios de comunicación, las redes sociales han reaccionado de forma incisiva, cargando contra la nueva cara de De la Vega y haciendo todo tipo de memes.
Si bien es cierto, no es la primera vez que el físico de Teresa Fernández de la Vega llama la atención por su constante transformación. En cuanto abandonó la primera línea de la política, comenzó a cambiar su estilo en lo que respeta a su vestimenta. Sin embargo poco a poco, empezó a luchar contra el paso del tiempo en su rostro, haciéndose más que evidente desde el año 2006. La política llegó a desmentir públicamente que lo suyo fuera resultado del trabajo de un cirujano: "No tendría inconveniente en decirlo", declaró al periodista Carlos Pérez-Gimeno.
Ahora la ex vicepresidenta vuelve a cobrar protagonismo por la innegable presencia de nuevos retoques estéticos en su cara. De la Vega ha aparecido en Letonia con un claro aumento de pómulos y una tez suave, fina y sin apenas arrugas. Fernández de la Vega seguirá de viaje y pondrá rumbo este miércoles a Tallín, capital de Estonia. Allí volverá a comparecer y se publicarán nuevas fotografías. ¿Habrá una reaparición más natural o se trata de un tratamiento irreversible?
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