Mujeres al borde de un ataque de nervios, La comunidad, Volver... La filmografía española está llena de títulos que incluyen en su reparto a Carmen Maura (73 años). La actriz madrileña volvió a demostrar este martes en El Hormiguero que sigue estando en plena forma.
De hecho, su aparición en el plató se produjo in extremis, por culpa del estreno de una obra en el Teatro Infanta Isabel: "Vengo de hacer la función La golondrina. Estaba un poco nerviosa porque la había hecho en la gira, pero estar en Madrid siempre impone. Ha ido todo bien, pero se me ha olvidado un poco la letra, menos mal que tengo un compañero que siempre está atento", comentó entre risas.
Ya una vez sentada y con más calma, Maura explicó que su deseo inicial era "hacer solo gira", pero al final acabó incluyendo Madrid por exigencias de los promotores. Eso sí, a cambio se dará el gustazo de llevar este montaje más allá de nuestras fronteras: "Al final vamos a un festival en París. La van a ver con subtítulos, aunque me gustaría hacerla en francés".
Sobre las enormes emociones que suscita La golondrina, la actriz madrileña destacó que "el público llora pero al final sale contento. La gente disimula un poco, de hecho nos decían que no diéramos las luces tan pronto para que tuvieran tiempo a sonarse los mocos".
"Antes las cosas iban de otra manera"
Siguiendo con esa exposición sobre la trama, Carmen Maura puso el acento sobre "los sentimientos" de los que habla la obra y es aquí donde sacó una de sus confesiones más personales. "En La golondrina soy una madre, un personaje que es mucho más madre que yo, porque nunca he tenido vocación de madre. En mi tiempo las cosas iban de otra manera, te casabas y rápido te tenías que quedar preñada. En la obra del cariño se habla del amor, de la comunicación, de la dificultad de los hijos homosexuales para hablar de su situación, de atentados…", enumeró.
Dejando a un lado su último trabajo, Pablo Motos (53) ahondó un poco más en esa faceta más personal de la actriz. "Soy muy positiva, lo negativo no viene nada bien. Puede ser que me proponga no perdonar, pero tengo una memoria fatal y al final se me acaban olvidando las cosas. Tengo una cosa que me ha salvado: mala memoria para las cosas negativas".
En relación a estos momentos de olvido, evocó que "una vez en Alcorcón oí a una mujer del público que gritó sin demasiado sentido. Desde ese momento se me fue el santo al cielo. Me levantó el ánimo que un compañero de esa mujer me dijo que había visto esa misma obra en Valencia y que le había gustado más la de ese día. Eso demuestra que la gente no se da cuenta de esos lapsus".
Entre las tablas y la gran pantalla
A nivel profesional, Carmen Maura vive un buen momento, como ella mismo explicó: "Ahora estoy muy centrada en el teatro, pero tengo dos películas por estrenar. Eso sí, en las tres últimas que he rodado muero de una manera maravillosa". Tras contar de forma detallada esas secuencias, una de las hormigas bromeó con que la actriz había hecho "tres spoilers de mucho cuidado".
Mirando al presente y al pasado, reconoció una de sus manías: "Cuando me ofrecen un papel hago una lista de ventajas e inconvenientes. No me demoro mucho en contestar, eso es lo bueno de que no tuviera representante". Y llegados a este punto, parecía inevitable preguntarle por su condición de chica Almodóvar: "Hace poco se cumplieron 30 años de Mujeres al borde de un ataque de nervios, hubo un homenaje en los Goya pero no pude ir porque estaba de gira. Tengo ganas de ver la nueva de Pedro Almodóvar, creo que me va a encantar. Quiero verle feliz. Ahora no tenemos trato, cuando hablo de él se enfada, porque como tengo un sentido del humor particular… Pese a todo quiero que sea feliz, porque se lo merece", destacó.
Y dentro de esa filmografía con el director manchego hay títulos como Pepi, Lucía, Bom y otras chicas del montón que, a juicio de Carmen Maura “ahora no se podría hacer; eso es una seña de que vamos para atrás, sería tratada de machista. Estamos perdiendo libertad. En la época de La Movida cada uno iba y decía lo que le daba la gana”. Sobre esta libertad de expresión, hizo alusión a las polémicas que realizó recientemente en las que aludía directamente a Cataluña: "Últimamente la he liado. Llevaba toda la mañana con entrevistas, cansada, y sobre las 3 de la tarde me pusieron a un periodista inteligente, una coca-cola y un pincho de tortilla y salió lo que salió", se excusó.
Ese episodio dio pie a que Motos preguntara a su invitada por el panorama político, un asunto en el que Maura no se mordió la lengua: "Los políticos son unos maleducados, solo saben meterse con el de enfrente. Estamos agotados. Me contaron que a los papas se les dejaba a pan y agua hasta que no hubiera fumata blanca; aquí debería hacerse lo mismo, decirles ‘mirad chicos, no se cobra hasta que no arregléis esto’. Cada uno tiene que hacer su trabajo".
Después de todo esto llegó la sección de una de las colaboradoras Nuria Roca (46), con su ya famoso consultorio. Una de las preguntas enviadas por una de las espectadoras dio pie a que la actriz contara otra intimidad: "En la época de los 80 he cometido locuras con hombres por el sentido del humor, es algo que me pone cachonda". Tras esa confesión, llegó uno de los momentos culminantes de la noche, con Carmen Maura y Pablo Motos tocando el piano a cuatro manos.
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