Llevaba yo todo el fin de semana con morriña de ver una película de miedo, de terror, de esas que invitan a manta y a oscuridad, a palomitas y encogimiento involuntario mientras en la calle cae la mundial. Y, qué cosas, el debate de Gran Hermano DÚO me lo ha concedido sin yo pedírselo. Esos regalos que te hace la vida sin tú imaginártelos; hoy he entendido el milagro de este reality. Estaba yo con el azúcar por las nubes de tanto pastel en las puertas de la final, que no me figuraba que Kiko Rivera (35 años) fuera a contar una de las experiencias más paranormales del concurso.
Cierren su puerta con llave, bajen las persianas de casa y apaguen la luz; entonces entenderán el alcance de semejante confesión del hijo de Isabel Pantoja (62). La cosa tiene miga. Resulta que hace un tiempo -no lo fecha- el muchacho, ya independizado, estaba en su casa plácidamente, había caído la noche, cuando de repente una amiga, de esas del alma, lo llamó. Él, encaprichadito de un nuevo perro al que, por precaución, le había puesto una maleta en el escalón de la escalera para que no se cayera por ella, recibe una llamada de la amiga de marras y le dice la menda, presa de los nervios: "Estoy temblando, estoy temblando".
Él, descolocadito, le pregunta por la razón de su inquietud y esta -imagínense esa escena en la que el miedo alcanza su punto álgido- le suelta, la muy mala, lo que sigue en boca de Kiko: "Me dice mi amiga que estaba durmiendo y que le ha hablado mi padre. Me pide que quite la maleta del escalón porque él no puede pasar". Y Kiko quitó la maleta y, se entiende, su padre pasó. Sin duda, uno de los momentos más emotivos e impactantes de la edición que, sin embargo, no impidió que Kiko tomara una decisión: "Ese día me fui a dormir a casa de mi madre". No es para menos, hijo, no te juzgo. Un finado es un finado y, oye, que se te aparezca es un pasmo de un par de narices.
Cuando parecía que todo casi tocaba a su fin, llega la mamma, la doña, la nonna, Pantoja, y su llamada a su pupilo, a su pequeño del alma, le insufle ánimos, cariño y fuerza, que todo está muy bien, que estás haciendo un concurso de categoría, que todo está bien, que la abuela también, que céntrate en ganar. Que lo puedes hacer, mi pequeño del alma. Rivera sólo disponía de 90 segundos para conversar con su madre. Muy emocionado, al oír su voz ha comenzado a gritar: "¡Mama, mamá, mamá!". "Hola, mi vida, hola, vida mía. Cariño, escúchame", ha comenzado Isabel, casi ahogada por las lágrimas.
La artista, envuelta en exageración pantojil, se ha dirigido también al resto de finalistas que compiten con su hijo en la final de esta semana. Ya que estamos, os bendigo también: "Muchísimas felicidades a todos los concursantes, lo primero". Para después deshacerse en elogios a su hijo: "Te adoro, te amo, te estamos apoyando a muerte. Estamos todos bien. Te veo 24 horas al día. Que te quiero, te amo".
Y le ha dado un último aliento para su triunfo en el reality de Telecinco: "Ganes o no ganes para mí y para muchísima gente eres el ganador. Y gracias a todos los que te han votado. Yo estoy orgullosa desde que te parí mi vida entera". "Perdóname si me he equivocado en algún momento, porque soy persona", se ha excusado Kiko. "Nos equivocamos todos", ha zanjado la artista. Claro, hay quien no puede desligar esa intervención con una clara estrategia de campaña para que gane su hijito, el Dj. Ay, mamá, gracias, una vez más, por todo. Por tantísimo. Una cosa, así suelta: qué cansado tiene que ser vivir en la piel de la Pantoja: esa sobreactuación, ese arrastrar las palabras, ese dejarse el alma... Mujer, cuídate más. Por tu bien.
Kiko, contra Juan Miguel y María Jesús
Resulta que desde que se fue Irene Rosales, su marido Kiko no ha levantado cabeza, vive hundido en la pesadumbre, en la extrañeza, en la añoranza. Y eso, inevitablemente, le hace estar más irascible de la cuenta y ha descargado sin piedad contra Juan Miguel y María Jesús. Al primero le ha dicho de todo. Aquí, un resumen: "Eres culpable, a mí no me la das"; "Eres buen tío, pero sabes más que nosotros tres juntos"; "Luego no te quejes, la cámara no traspasa, ¿tienes sangre u horchata?".
Mientras estos ataques se producen, Rivera también tiene para María Jesús Ruiz (35): "Me han dado una educación más buena que a ti"; "Su estrategia ha sido victimizarse"; "Antes del concurso no conocía nada de ella, tuve que preguntarle a mi mujer quién era"; "Mi padre decía que el que daba miedo era el que no veía venir". Vamos, que el chaval le ha hecho un curioso traje de madera a la exmiss. Pregunto: ¿cuándo se darán cuenta todos estos de que ir en contra de María la favorece? ¿De que la están haciendo ganadora de GH DÚO? Ojo, que lo debe ser; se ha dejado el alma, la vida y las lágrimas en Guadalix, pero, ¿es necesario ponérselo tan fácil? Pregunto, ¿eh? Sed más listos, anda. Puede que ya sea tarde.
Finalistas: Kiko Rivera, María Jesús, Alejandro Albalá y Juan Miguel
Porcentajes: 13,3 / 44,7 / 13,9 / 28,1
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