Carlos Sobera (58 años) ha sido la gran sorpresa de la nueva edición de Supervivientes -con permiso de Isabel Pantoja (62)-. El presentador será el cuarto rostro que verán los telespectadores en el formato más aventurero de Mediaset, ya que conducirá una gala semanal en Cuatro sobre todo lo que ocurre en Honduras. El vasco ha resultado ser un fichaje inesperado que ha dejado en shock a la audiencia y con una pregunta en la mente: ¿qué hace Sobera ahí?
El presentador amplía su ya de por sí extenso abanico de perfiles profesionales con la llegada de Supervivientes a su vida laboral. Era lo único que le quedaba por probar, el formato de telerrealidad. En su amplio currículum constan 31 diferentes programas, magacines y concursos tan conocidos como ¿Quién quiere ser millonario?, Avanti, The Wall o espacios de citas como First Dates o programas tan emocionales como Volverte a ver. El de Barakaldo ha pasado por ETB (Televisión pública vasca), TVE, La 2, Antena 3, Cuatro, Telecinco y LaSexta, un largo recorrido que le avala como uno de los rostros que mayor confianza aporta en el panorama televisivo en lo que a entretenimiento se refiere.
Esa posición firme en el sector es la que le ha llevado también a ser presentador de las Campanadas en seis ocasiones y conductor de varias galas especiales y entregas de premios. Pero lo más curioso de su historia laboral es que Sobera cayó en la televisión de rebote, fue en el año 1994 cuando entró en el medio como guionista de un programa en el que el rostro principal era Anne Igartiburu (50) y fue al año siguiente cuando se puso al frente de un espacio mensual por primera vez.
Tras licenciarse en Derecho, el presentador ejerció de profesor de Publicidad para el sector legal en la Universidad del País Vasco durante toda una década. Compaginaba la docencia con labores de Interpretación, y es que el hecho de ser actor siempre fue su sueño -que empezó a labrar en 1980 cuando fundó un grupo teatral-, algo que cumplió participando en varias series como Al salir de clase o películas como Rigor Mortis junto a Imanol Arias (62) , además recibió varios galardones. También se introdujo en la producción artística hasta el punto de que compró el Teatro Reina Victoria en 2016 por 7 millones de euros, pero se deshizo de él en enero del año pasado vendiéndolo por 9'4 millones.
Aval no le falta para desenvolverse en cualquier ambiente, porque lo mismo ha hecho de celestino en un restaurante televisado, que de contador de vivencias emocionales cada viernes en prime time, que de affaire de Elsa Pataky (42) en una serie para adolescentes. La supervivencia laboral en televisión es su punto fuerte y ahora le toca demostrarlo junto a los pesos pesados de Mediaset como Jorge Javier Vázquez (48), Lara Álvarez (32) o Jordi González (56).
Una vida personal mucho más asentada que la de su trabajo
Tras su primera relación con Elena Casado que duró ocho años, comenzó su actual historia con la abogada y productora teatral Patricia Santamaría, de la que solo tiene preciosas palabras y de la que asegura es "la mujer de su vida". Con ella comparte constantes fotografías en sus redes sociales, sobre todo viajando, algo que les apasiona a ambos. En los últimos cuatro meses, Sobera ha visitado Londres, República Dominicana, Dubái, Nueva York y Marbella.
Quien también ocupa un lugar privilegiado y especial en su vida es su hija: Natalia Sobera (10). Celebró su Comunión el año pasado, y allí estuvo su hermana mayor Arianna, fruto de la anterior relación de su madre, que son inseparables. De hecho, la hija mayor es consciente de lo importante que ha sido la llegada de Carlos a su vida y sobre todo al día a día de su madre y se lo ha sabido agradecer de manera pública cuando la pareja de Sobera ha sufrido algún problema de salud y él era el primero que hacía lo imposible por permanecer a su lado a pesar de su apretada agenda.
Sus problemas de salud
El verano pasado saltaron todas las alarmas cuando el presentador compartió en sus redes una imagen en el Hospital Ramón y Cajal en la que su único mensaje era "recuperándome". Lo cierto es que la fotografía mostraba a un Carlos sonriente y en buena forma, pero sus seguidores inundaron de preguntas su perfil. En ese momento, el bilbaíno aclaró que se trataba de "una infección ya superada".
Agradeció el interés y los mensajes de ánimo de todos sus seguidores. Y es que en ese momento se encontraba de vacaciones, en un merecido descanso entre las grabaciones de First Dates y Volverte a ver, y disfrutando a diario de su familia.
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