La noticia de la compra de un chalé de 2.300 metros cuadrados de parcela y un desembolso de 615.000 euros por parte de Pablo Iglesias (40 años) y Irene Montero (31) salía a la luz hace exactamente un año. La polémica suscitada consiguió tambalear la cúpula de Podemos hasta el punto de que su secretario general puso en manos de sus afiliados su continuidad en el cargo. Aún hoy sigue como líder morado, pero ese primer revés auguraba una situación de altibajos personales para los nuevos inquilinos de la gran vivienda en La Navata, Galapagar, que, como el puesto de liderazgo de Iglesias en el partido, han sabido mantenerse a flote con éxito.
Crisis política y nacimiento prematuro
Era el 16 de mayo de 2018 y la prensa se hacía eco de la nueva adquisición inmobiliaria de Iglesias y Montero. La noticia trajo consigo un gran revuelo mediático debido a que el elevado precio de la casa y el hecho de que fuera justamente un chalé en las afueras de Madrid hacía recordar las veces que el político se ha referido a 'la casta' como los dueños de ese tipo de viviendas aisladas.
Solo tres días después de que las fotos de su nueva casa se publicaran en todos los medios nacionales, regionales y locales, Pablo e Irene convocaban una rueda de prensa para preguntar a sus bases. Un difícil momento político y laboral que se solucionó. Sin embargo, mes y medio después llegó a su ámbito personal un bache aún mayor: el nacimiento prematuro de sus hijos.
Los pequeños vinieron al mundo el 3 de julio, con tan solo 26 semanas de gestación. Los planes de la pareja de políticos cambió repentina y radicalmente en ese momento.
La lucha de Leo y Manuel
Desde que aquel martes que Irene dio a luz tres meses antes de lo previsto, los niños permanecieron en el Hospital Materno Infantil del Gregorio Marañón. Los primerizos padres permanecieron en todo momento al cuidado de sus recién nacidos en la sección neonatal, una especialidad en la que el citado centro médico es experta y reúne a algunos de los mejores profesionales patrios.
Leo y Manuel permanecieron bajo la supervisión y los controles constantes de los doctores durante tres meses. Durante su ingreso hospitalario, el método canguro practicado entre los padres y los retoños fue vital para su recuperación, un tratamiento piel con piel entre bebés y sus progenitores que ayuda a regular la temperatura corporal y favorece su ritmo cardíaco.
El alta hospitalaria y su tranquila vida en el chalé
Fue el 8 de octubre cuando la ya creada familia Iglesias Montero vio la salida -literalmente- al difícil momento. Dejaron atrás su ingreso en el céntrico hospital de Madrid para resguardarse en casa, en su recién comprado y reformado chalé en La Navata.
Con los mellizos ya en casa e Iglesias de vuelta en el Congreso desde el 3 de septiembre, la rutina de la pareja en su nuevo hogar cambió respecto a lo que solían hacer sin haber experimentado la paternidad. Pequeñas compras pero constantes al supermercado del pueblo, alguna salida a comer al restaurante de la zona y, sobre todo, reiteradas visitas a la farmacia constituían su día a día en su recién asentada vida con los pequeños en el chalé. Así lo pudo comprobar JALEOS in situ:"Irene está totalmente volcada con sus hijos. A la farmacia vienen los dos, y lo hacen con mucha frecuencia por temas exclusivamente relacionados con sus dos niños y el tratamiento de estos", confirmó la farmacéutica a este medio.
Las bajas: tú, en casa, yo, en el Congreso
Tras seis meses al cuidado de sus hijos Irene Montero retomó su trabajo político el miércoles 9 de enero. Esto supuso que era Pablo el que tomaba el relevo de la atención diaria de sus mellizos para su perfecto crecimiento y de las tareas domésticas para mantener el hogar.
De hecho, tal y como pudo saber este medio, durante el periplo de Iglesias como 'amo de casa' visitaba cada domingo exactamente a las tres de la tarde el Supercor, establecimiento muy cercano a su zona residencial, para evitar aglomeraciones y poder hacer la compra con calma. Sin embargo, ya en este periodo, las visitas semanales que hacía la pareja a la farmacia desaparecieron, lo que se traduce en una mejora de los bebés. El secretario general de Podemos retomó su cargo como diputado el 23 de marzo de 2019.
Embarazo sorpresa: llegó la familia numerosa
Diez días antes de que Pablo Iglesias volviese a entrar por la puerta del Congreso, Irene compartió en sus redes sociales una feliz noticia: está embaraza y espera una niña. "La familia crece. Leo y Manuel van a tener una hermana. Estamos bien, felices y preparadas para cuidarnos mucho y a la vez dar lo mejor de nosotras en estos meses decisivos", con este mensaje dio a conocer la buena nueva.
Llegaba así por sorpresa un nuevo miembro al hogar, lo que hace que los Iglesias Montero se conviertan en familia numerosa en tan solo unos meses. ¿La parte buena de todo ello -además de la felicidad de traer una vida al mundo-? Que podrán disfrutar de decenas de descuentos y privilegios por ser cinco en casa.
Un año pagando la hipoteca
En estos 12 meses la pareja ha vivido muchos altos y bajos, pero lo que ha permanecido estanco es la cantidad que han tenido que pagar cada mes por su chalé. "Pagaremos al mes algo más de 800 euros cada uno. Sabemos que muchas familias españolas, incluso con dos sueldos, no pueden permitirse una hipoteca así, y por eso entendemos que es tan importante defender salarios dignos para todos y todas", decían en su comunicado conjunto tras saltar la noticia de su compra inmobiliaria y tras las críticas recibidas.
"Pagaremos poco a poco la hipoteca durante 30 años", explicaban. Teniendo en cuenta lo contado por los protagonistas y atendiendo al euribor y demás parámetros, Iglesias y Montero han desembolsado mensualmente 1.863'65 euros para pagar su vivienda, lo que hace un total de 22.363'8 euros abonados en su primer año.
[Más información: Así es la vida en el chalé de Pablo e Irene con los mellizos: sus constantes visitas a la farmacia]