Carlos Sobera (58 años) ha querido hablar claramente sobre el problema de salud que casi le cuesta la vida el pasado verano. Ha transcurrido casi un año desde que el presentador de Supervivientes hizo mención de ello en sus redes sociales, pero no ha sido hasta ahora cuando ha dado la versión más sincera sobre lo sucedido, y ha hablado para la revista Lecturas sobre el complicado momento que vivieron, tanto él como su mujer, Patricia Santamarina.
"Tuve un principio de gangrena de Fournier, que es una cosa muy seria. Una fístula se me infectó y se complicó por mi diabetes. Si la bacteria entraba en la sangre, podía morir, y a mi mujer le dijeron que estuviese preparada para todo", ha confesado Sobera para la citada publicación.
"Me operaron, no digo a vida o muerte porque sería exagerar, pero me advirtieron de que no era una urgencia, sino una emergencia, y que en 24 horas sí que podía morir porque, con ese tipo de infecciones, si la bacteria entra en sangre te puedes morir en 24 horas”, continúa. De hecho, "entré en el hospital pensando que era una hemorroide y me operaron de emergencia. Me acojonaron. A mi mujer le dijeron que tenía que estar preparada para todo. A los cuatro días estaba en casa, tuve suerte", concluye el veterano comunicador.
Sufre una diabetes tipo 2
Una fotografía de Instagram hizo saltar todas las alarmas respecto al estado de salud de Carlos Sobera. "Recuperándome", publicaba el presentador de First dates junto a una imagen acompañada del hashtag #hospitalramónycajal. En cuanto la instantánea se subió a la red, sus más de 30.000 seguidores empezaron a preocuparse y preguntarse: "¿Va todo bien?".
Sobera, que a menudo suele interactuar con sus seguidores, restó importancia a lo sucedido: "Nada de que preocuparse demasiado. ¡Una infección ya superada! Muchas gracias a todos", confesó. De forma más detallada en una entrevista reveló que en realidad aquello no fue tan sencillo como lo quiso hacer ver en un primer momento.
Ese "absceso" al que Sobera hizo alusión vino provocado por una fístula y, precisamente, por ser diábetico tipo 2 tuvieron que intervenirlo y operarlo de urgencia. "Hay un momento en el que te da la impresión de que tú controlas la enfermedad y de que va todo más o menos bien mientras te tomes la medicación... Pero un buen día te pasa algo. Y a mí me pasó este verano, que tuve un absceso provocado por una fístula y por ser diabético tipo 2 me tuvieron que intervenir de emergencia", desveló el de Baracaldo.
"Entonces te das cuenta de que la diabetes es un enemigo silencioso al que hay que combatir siempre", concluyó, apuntando, además, entre otras consecuencias de la diabetes, la posibilidad de aumento de sufrir un infarto.
[Más información: La enfermedad de Carlos Sobera: la diabetes tipo 2 que aumenta su riesgo de infarto]