Corría el mes de noviembre de 2018 cuando JALEOS recogió el testimonio de Carlos Phillip Llopi, el exchófer de David Bisbal (40 años) durante su relación sentimental con Elena Tablada (38). Este habanero vino a desvelar el lado más desconocido y despótico de la diseñadora, en su opinión; incluso, no dudó en aseverar que Elena "trataba como a un perro al artista". Unas contundentes declaraciones que, ipso facto, tuvieron su respuesta por parte de Tablada: demandó a Carlos.
Si bien en un principio se desconocía la naturaleza real de dicho requerimiento -que, por otro lado, se demoró en la recepción-, ahora este medio ha podido conocer todos los detalles en conversación con el exchófer del almeriense y su confidente en aquella época. En sus palabras, Elena lo quiso llevar a juicio el pasado 25 de julio, una cita con la justicia a la que no pudo asistir el demandado. "Mi abogada presentó un justificante y se celebrará otro juicio en septiembre", desliza.
Pero, ¿qué le pide la diseñadora exactamente? Phillip Llopi responde sin titubeo: "Quiere una indemnización económica, me pide cerca de 70.000 euros por calumnias e injurias. Claramente, una cuantía abusiva". Un montante que, según la versión de Carlos, no puede afrontar: "Lo he pasado muy mal, he estado arruinado y dormí en la calle. Esta señora me ha arruinado la vida". Eso sí, la esperanza no se pierde en la familia del exchófer: "Estoy tranquilo, mi abogada me dice que voy a ganar yo".
En su deseo está pasar página de toda esta historia tan desagradable que, lejos de hacerle la justicia que esperaba, le dio más de un quebradero de cabeza y puso en jaque a toda su familia: "Lo único que hice fue contar la verdad. El artista -David Bisbal- nunca ha salido a hablar sobre mí porque me tiene mucho cariño". Sea como fuere, habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos pasado el verano y si, finalmente, Carlos debe hacerse cargo de ese montante para resarcir el honor dañado de Tablada. "Poco a poco voy a mejor, ahora acabo de comenzar a trabajar en una heladería", remacha ilusionado al cierre de la conversación.
Amenazas tras su versión en JALEOS
En un punto de su relato con este periódico hace unos meses, Carlos denunció públicamente las amenazas de muerte que llevaba "dos semanas recibiendo de un hombre con la voz distorsionada y que llama con número oculto". Contaba que por culpa de estas artimañas para buscar su silencio, había sufrido hasta paranoias: "Estoy hundido y con depresión, tirado en la cama y apenas puedo coger el teléfono después de las amenazas que me han hecho". Ante esta delicada situación, la familia de Carlos se "asustó": "De hecho, mi hija ha estado sin ir al colegio y mi mujer también tiene depresión. Aunque no quieras, existe una paranoia".
Lo que no para de dejar patente Llopi es que conoció a la perfección la intimidad de la por entonces pareja y no mueve ni una coma de lo que dijo. Él adora a Bisbal y a su familia tanto como malas palabras atesora para el clan de las Tablada. "Es una señora que nunca ha querido al artista. Todo fue una mentira. Lo veía siempre triste cuando lo llevaba en el coche", aseguraba entonces.
En la época en la que él y su mujer Anabel prestaron sus servicios, Llopi vio mucho y calló otro tanto: "Empecé a percibir una serie de cosas; por ejemplo, como cuando David se fue a Florida a hacer una grabación y escuché cómo Elena le decía bajito a un amigo que los españolitos no le gustaban". Además, Carlos habló entonces con este medio del lado caprichoso de Elena: "Se gastaba 7 u 8.000 euros en ropa. He visto facturas de eso. Ella no trabajaba en esa época y solo sabía llamar a los proveedores de ropa". Ahora, sus palabras tendrán una consecuencia. De entrada, un juicio en septiembre.
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