El 'jaque mate' definitivo de Elena Tablada (37 años) ha llegado. Después de las incendiarias declaraciones emitidas por Carlos Phillip Llopi, el exchófer de David Bisbal (39), a JALEOS sobre los claroscuros de la relación de la diseñadora con el cantante, la respuesta no se ha hecho esperar. Según ha podido confirmar este medio a través del testimonio del que fuera confidente de Bisbal, Tablada ha emprendido las acciones legales pertinentes: "Me han llamado del piso que tengo en Valencia para decirme que tengo allí la notificación de Tablada".
Aunque todavía desconoce el contenido de semejante requerimiento judicial, así como de lo que se le reclama con exactitud, Carlos le resta importancia en conversación con este medio: "La notificación la recojo este jueves, que viajo a Valencia. Ya me enteraré de todo lo que dice". Su despreocupación inicial tiene un motivo de peso: la existencia de pruebas concluyentes: "No tengo miedo. Mi abogada conoce todas las pruebas que guardo. Tengo mucha documentación en casa y estoy tranquilo". Ante la celebración de un posible juicio, este cubano irá con su verdad por bandera: "Si esto pasa y si tengo que ir a juicio, llevaré las pruebas para defenderme".
Tan convencido está de su inocencia que incluso Llopi no tiene reparo en desvelar, de algún modo, el apoyo que ha recibido del intérprete andaluz en detrimento de Tablada, aunque se muestra parco en palabras cuando se ahonda: "De manera indirecta sí he recibido apoyo por parte del artista". Ahí lo deja, pero su comedimiento en este extremo podría tener sus razones de cara a un posible contencioso: "Además, en redes sociales hay mensajes del artista que interpreto como un apoyo". Pase lo que pase tras recibir y analizar esa notificación, Carlos confía en su letrada, la cual solo tiene palabras optimistas: "Ella me dice que esté tranquilo, que tiene controlada la situación. Confía en que esto lo vamos a ganar".
Demanda entre amenazas de muerte
Fue este pasado miércoles cuando Carlos se ponía en contacto con JALEOS para denunciar públicamente las amenazas de muerte que lleva "dos semanas recibiendo de un hombre con la voz distorsionada y que llama con número oculto". Cuenta que por culpa de estas artimañas para buscar su silencio, ha sufrido hasta paranoias: "Estoy hundido y con depresión, tirado en la cama y apenas puedo coger el teléfono después de las amenazas que me han hecho". Ante esta delicada situación, la familia de Carlos se encuentra "asustada": "De hecho, mi hija ha estado sin ir al colegio y mi mujer también tiene depresión. Aunque no quieras, existe una paranoia".
Él se mantiene impertérrito ante estas amenazas y, ahora, frente a la notificación que le ha llegado. Nada ha cambiado desde que en noviembre de 2018 rompiera su silencio por primera vez nueve años después de dejar de trabajar para Bisbal. Llopi conoció a la perfección la intimidad de la por entonces pareja y no mueve ni una coma de lo que dijo. Él adora a Bisbal y a su familia tanto como malas palabras atesora para el clan de las Tablada: "Es una señora que nunca ha querido al artista. Todo fue una mentira. Lo veía siempre triste cuando lo llevaba en el coche".
En la época en la que él y su mujer Anabel prestaron sus servicios, Llopi vio mucho y calló otro tanto: "Empecé a percibir una serie de cosas; por ejemplo, como cuando David se fue a Florida a hacer una grabación y escuché hablar a Elena con un amigo suyo cubano. Escuché cómo le decía bajito que los españolitos no le gustaban". Además, Carlos habló entonces con este medio del lado caprichoso de Elena: "Se gastaba 7 u 8.000 euros en ropa. He visto facturas de eso. Ella no trabajaba en esa época y solo sabía llamar a los proveedores de ropa".
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