Arantxa Sánchez Vicario (47 años) está disfrutando de la calma después de la tormenta que ha supuesto su divorcio de Josep Santacana. La tenista ha abierto las puertas de su casa y de su corazón al periodista Lluís Canut en la segunda entrega de Quan s'apaguen els llums de TV3.
En este programa, Arantxa ha buceado en sus recuerdos más especiales, como fue su victoria contra Steffi Graf en la final de su primer Roland Garros: "Recuerdo que en ese partido me temblaba todo, especialmente en los últimos puntos. Cuando en el último, ella envió su revés en la red, rompí a llorar. Mi sueño se había hecho realidad", ha explicado.
Aunque ya no ejerce en los granes torneos, todavía sigue practicando: "Juego de vez en cuando, con amigas como Navratilova, Pierce, Mary Joe o Chris Evert. Pero sólo dobles, porque en individuales la pista se hace enorme", ha aseverado.
Además, Arantxa ha querido explicar cómo ha sido el proceso de reconciliación con sus hermanos. Separados durante años por la mala relación que tenían con su marido, su separación de Santacana abrió las puertas a la reconciliación: "Yo di el primer paso para reconciliarme con mis hermanos. Les pedí perdón y lo aceptaron. Los necesitaba, especialmente a Emilio, que siempre ha estado a mi lado", ha asegurado.
Así, Arantxa se ha reconciliado con sus hermanos Emilio, Marisa y Javier; y con su madre, Marisa, tan presente en la carrera deportiva de la tenista. Con quien no ha podido hacer las paces es con su padre Emilio, que falleció hace años.
La enemistad con su familia ha sido una etapa muy dura en la que lo más complicado para la tenista ha sido manejar el éxito repentino que obtuvo siendo muy joven: "Es muy difícil manejar el éxito, especialmente a los que nos llega tan jóvenes como fue en mi caso. No estás preparado para estas cosas. Cuando se nota más es cuando dejas de jugar".
Divorciada de Santacana
Arantxa Sánchez Vicario se divorció oficialmente de Josep Santacana en marzo de 2019. El juez del juzgado de Instrucción número 2 de Espluges de Llobregat dictó sentencia tras el juicio que enfrentaba a la tenista con su ya exmarido.
Después de un año de guerra en los tribunales, el matrimonio quedó disuelto, consiguiendo Santanaca su objetivo: que la resolución de la batalla judicial tuviese lugar en España y no en Miami como pretendía la tenista, que tiene 20 días para presentar un recurso en la ciudad de Florida donde reside.
"Que se pueda resolver y nos divorcien ya, que llevamos esperando más de un año y a ver si definitivamente llega el final", declaró en su momento ante los medios, manifestando su deseo de que "se cumplan los acuerdos que tenemos".
Ahora queda esperar el contraataque de la Arantxa, quien acusó a su exmarido de apoderarse de su fortuna e intentar quedarse con la custodia de los dos hijos que tienen en común. Santacana por su parte niega esas informaciones y defiende que la relación entre ambos es buena y cordial.
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